lunes, 30 de abril de 2007

LOS SÍMBOLOS DEL TERRITORIO LIBERADO

Decían en mayo del 68: "Las barricadas cierran la calle pero abren el camino". Como defensa militar nunca valieron gran cosa. Salvo cuando los republicanos irlandeses les ponían explosivos caseros dentro, para que pasasen por encima las furgonetas unionistas: God, God, God, God save the IRA. God Save the IRA!!! Pero esa era otra Historia. La de los pueblos en su lucha irreversible.
Las barricadas sólo tuvieron una utilidad. Marcar las fronteras de un contrapoder en el diagrama cotidiano de la lucha. Eran aquellos tiempos en los que la clase obrera, habitualmente, tiraba cócteles-molotov a sus enemigos.
Ahora, cada vez que en los disturbios post-manifa, algún niñato intenta poner barricadas, es como mínimo para agarrarlos por el cuello y castigarlos a leer a los clásicos de la guerrilla urbana hasta que aprueben Selectividad... Será posible, que tiran los contenedores y les prenden fuego en la ruta de salida de las cargas policiales. Si es que vivimos entre inútiles, todos ellos.
Todavía queda un signo del territorio liberado por rendir. Los fedahiyin iraquíes disparando nerviosamente al aire días después de la invasión. La tierra no conquistada. El Kalashnikov: Nuestra única Patria.
Y jamás olvidaré el momento en el que entré en Líbano Sur, en el territorio libre de Hizbollah. La paz espiritual completa sin necesidad de ningún símbolo. Transitar accidentalmente por unas horas el paraíso. Aquel instante en el que fui feliz, en el que solamente fui feliz sin concesiones.

No hay comentarios: