sábado, 19 de noviembre de 2022

Trotsky Says

La salud es un capital revolucionario que no se debe dilapidar. Trotsky entraba en cólera al ver a alguien leer con poca luz. “Es necesario arriesgar vuestra vida sin dudar por la revolución, pero ¿para qué arruinar vuestra vista si podéis leer confortablemente y sin problemas?"

(Jan Van Heijenoort, 1959) 

sábado, 5 de noviembre de 2022

Quién influenció a quién

Black Sabbath influenció a todo el mundo, pero sobre sus influencias no se ha profundizado mucho. El primer disco, con su toque psych y tan sixties, no se ha puesto en retrospectiva sino en prospectiva, y como sucede con los fundadores de un género, portadores del gen de la pesadez, hijos notables de la industria y de la fealdad urbana que clama a la supervivencia dura y hostil, éstos pasan a definirse por sí mismos, sin el baremo de otros, recreándose en su singularidad, efectivamente existente. 
Recuerdo haber escarbado durante años hasta localizar un disco que Ozzy citó una vez como importante para ellos en aquellos tiempos, acreditado indistintamente como Black Mass o como Lucifer, concomitante con el experimentalismo electrónico oscuro. El disco, cuando consiguió ser deglutido, no trascendió de anécdota. 
Con el auge del revisionismo y la ficción documental, se intentó dotar a los Sabbath de una escena -dos bandas coetáneas seguidoras-, y también de víctimas: Necromandus, saqueados y robados por quienes sí hicieron Historia. Tuvieron mala suerte, pero ni sus virtudes eran para tanto, ni sus reediciones superan la sospecha de haber aproximado su sonido remasterizado para, precisamente, homologarlo al de Black Sabbath. Operación comercial legítima, pero forzada. 
Sin embargo, hay una influencia oculta, latente en Black Sabbath, que no ha sido nunca explicitada. El influjo de Ritchie Blackmore sobre Iommi, tan lejos y tan cerca ambos, los dos extremos del heavy metal naciente. Cuando Ozzy se fue, reclutan para su gran segunda época a Dio, que venía de Rainbow, de poder brillar sobre la creación portentosa de Ritchie Blackmore. En el desfile subsiguiente de cantantes, ¿cuáles son los que lo consiguen? Primero Gillan, con ese "Born Again", tan vilipendiado y reivindicado. Y después Glenn Hughes, para el discreto "Seventh Star", casi un disco en solitario de Iommi. Provenir de Deep Purple, el prerrequisito para grabar con Black Sabbath. El influjo no atendido de la no oscuridad, en las tinieblas.   

viernes, 4 de noviembre de 2022

Las fases del paro

Al igual que existen las fases del duelo, existen las fases del paro. Algunas son similares, pero el orden no lo es. Ni los efectos tampoco. Así, podemos reinterpretar la secuencia negación-ira-negociación-depresión-aceptación. 

Quizá empecemos ambas con la negación, querer hacer pagar los costes a la empresa/organización. Como las fechas de juicio laboral se marcan en el mejor de los casos a un año vista, la negación se ve demorada, se encuentra suspendida extemporáneamente, hasta que llegue el juicio cuando ya no importe. Mientras tanto, se suceden distintas fases. Se produce una negociación con la realidad y con los procesos de contratación existentes. Como nos encontramos en España, la negociación fracasa y la realidad también.

Y aquí nos bifurcamos. Podemos caer en la ira o en la depresión. El problema radica en la aceptación. La aceptación es la antesala de la depresión. Aceptas y te deprimes. O bien sigues otra secuencia y tratas de que la ira te saque de la depresión y cancele la aceptación, pero con cuidado. 

No hay orden bueno en las fases del paro. Evitar la casilla de la aceptación provoca ciclos, como lo hacen las preferencias no transitivas. Pero son no transitivas porque no hay orden bueno. 

Así transitas entre querer colgarte cada noche y querer matarlos cada mañana. Pero como dice el mensaje cristiano, Jesús se crucificó para salvarnos, y es por eso por lo que yo me quedo aquí, dando testimonio a Dios para que termine su benevolencia. O termine conmigo. De una vez.