sábado, 29 de septiembre de 2012

PASIÓN POR EL RUIDO

Retraso, vamos con retraso. ¿Recuerdas el No a la Guerra? Una movilización masiva, genuina, de ira auténtica. ¿Por qué no se lanzó a derribar el Gobierno? Había condiciones. No se planteó. Tuvo que venir la tragedia de las bombas en los trenes para quitarlos de en medio. Pusimos los muertos por lo que no habíamos hecho.
Después, amnesia, Zapatero, crimen sin castigo. ¿Recuerdas el 15M? Una movilziación de ruptura, de no obedecer ninguna autoridad ilegítima. ¿Por qué no se lanzó a derribar el Gobierno? No se planteó. Creo que hubo vértigo a qué pasaría entonces. Se pensaba que habría elecciones, se volvería a la normalidad, no hubiese servido. Yo no estaba de acuerdo. Sí en que habría elecciones y que retornaría la "institucionalidad burguesa", pero no la normalidad. Nada permanece igual cuando un pueblo ha derribado a un Gobierno. No es el mismo sujeto pasivo, sino un cuerpo soberano de sí mismo al que el poder teme. Y como lo teme, lo respeta un poco.
Retraso, vamos con retraso. 25S. Parece que nos lanzamos a derribar el Gobierno. Con un problema, saltamos las etapas anteriores y eran necesarias. Ahora no podemos jugar la carta del retorno a una institucionalidad vigilada por las masas desde fuera. No hay red. Da vértigo.

DESEO DE SER APALEADO

Apaleados en el camino de la revolución total.
Sobreviviremos.
Se lo haremos pagar.

2012: NEIL YOUNG STRIKES TWICE

"Americana" tenía grandes momentos, aunque -¡anatema!- en algunos fragmentos Crazy Horse parecían un poco desgastados. Sin embargo, unas semanas de gira bastaron para reencender la maquinaria, asentar la creación libre tan conocida, retomar su magia.
Octubre. "Psychedelic Pill" promete erigirse en classic Crazy Horse. Neil Young: Cómo ser inmune al paso del tiempo.

viernes, 21 de septiembre de 2012

HOMENAJE A SANTIAGO CARRILLO

Al ser vertidas sus egregias cenizas sobre el bravo mar de Gijón, en un instante pleno de lirismo y democracia, recordamos emocionados que, efectivamente, toda su vida consistió en el más alto e inquebrantable compromiso con la traición, el oportunismo y el crimen contra los comunistas.

COSAS QUE FALTAN (O QUE ESTÁN)

Una vez estuve seis meses sin escuchar música. Para compensar ponía Radio 3 y mi estado claramente empeoraba: ¡no soporto el indie por la mañana! Imagínate, las 9h.23min. de un martes de marzo y te encuentras en las ondas a Nacho Vegas, la dicción más irritante jamás concebida. ¡Y ése era uno de los días buenos!
Podría decir que mi vida entonces iba muy mal porque no escuchaba música, pero nada más lejos de este tipo de romanticismo/idealismo. Al contrario, fue una huída de él. Como mi vida iba tan mal y me habían despojado de todo, decidí: tampoco música. Puestos a aprender a renunciar...
Varios atardeceres me descubría fantaseando con dejar fluir el disco  -¡doble!- de los Allman Brothers en el Fillmore East. Podría haberlo hecho casi con extender el brazo, pero tuve fuerza de voluntad. O quizá lo reproduje un poco en la memoria y me calmé sin darme cuenta. Como una noche que reconstruí mentalmente parte del "Use Your Illusion". ¡Hasta sonaba correctamente producido!
Finalmente, recordé que nada tenía sentido. Yo me había enamorado de la electricidad. Con 13 o 14 años, al enchufar la guitarra al ampli y... ¡No! No fue así. Enchufé la guitarra y como el amplificador era tan malo crepitó de forma horrorosa, nada que ver con lo que había soñado. Pero entonces me agencié un módulo de distorsión y fue un flechazo inmediato. Me quedaba fascinado con el ruido eléctrico, en un ensimismamiento perfecto. La electricidad primaria. Para unos la iluminación zen; para otros la electricidad primaria.
Y no hay discos, no hay canciones, pero el fuego sagrado permanece.

CAPTURADO RITUAL

Chocaron los puños y dijeron: ¡Van Halen! Esas fueron las últimas palabras entre Vinnie Paul y Dimebag Darrell, poco antes de que lo asesinasen.

LA DISTOPÍA ES AHORA

Vivimos la era de la distopía.
En el tiempo de la distopía no cabe la organización colectiva, salvo como decorado inexpresivo irrelevante.
En el tiempo de la distopía no se admite más que héroes individuales de destino trágico, existencia ignota, entremezclada en la ficción, difícil de documentar.
En el tiempo de la distopía el orden social es inimpugnable; no se puede ganar ni empatar, sólo aceptar (o sufrir).
En el tiempo de la distopía la rebelión fue una incógnita arbitrariamente eliminada en la ecuación de vivir.
En el tiempo de la distopía la rendición es el único horizonte conocido que no implica ser ellos.
Yo ya me he rendido, ¿y tú?