miércoles, 28 de abril de 2021

La inclusividad del thrash

Piensa en inclusividad, piensa en thrash metal, quizá no sea un lema muy persuasivo, aunque el thrash de la Bay Area sí tuviese una agenda social, o lo que sería una agenda social si esos grandes zarrapastrosos gastasen agendas. Tuvo pues inquietudes sociales, bastante más profundas de las imaginadas, tratándose de un género completamente carente de fantasía. Antitético a la ficción, puesto que la velocidad autoimpuesta no permitía vacilaciones ni fabulaciones.

A pesar de eso, al contrario de uno de sus predecesores el punk-rock, lo cierto es que el thrash metal exhibía escasa diversidad. Salvo por Znowhite, el poco reivindicado combo de Chicago formado por una cantante mujer y varios músicos negros. Mucho más que una rareza exótica, de ellos suele destacarse su último álbum, el más pulido de los tres que llegaron a grabar. Sin embargo, su debut, próximo al hardcore, más crudo y espontáneo, menos técnico, nos sitúa felizmente en los albores de un estilo naciente. 

Porque la construcción del thrash fue un esfuerzo colectivo desde muchos vértices, y Znowhite aportaron más que pluralidad, aportaron sonido. Ese sonido que nos incita a cubrir a todos los actores de una buena historia. De una epopeya. Aunque sus surcos se perdiesen en los sumideros de la gran ciudad. Allí donde yacen los mejores relatos, en el pasto del olvido de lo que sí ocurrió.  

3 a.m.

Son las tres de la mañana y no sintonizo a los Stones, ni los viejos blues del queridísimo Eric Burdon, como laudaban los Burning que tan bien homenajeaba el Camarada V. que nos guía, guitarra acústica al ristre y Chucho en el corazón, el tejido de la felicidad, amigo, el tejido de la felicidad que se nos escapó, que se nos destejió, si Fernando Alfaro nos permite. 

Son las tres de la mañana y escucho a una banda danesa en un disco que me quedé con las ganas de escuchar en 1993, y por qué no ahora, en esta noche triste en la que por mi cara asoma el ictus, en esta noche aciaga de levedad en la que no hay trabajo, no hay futuro, no hay tampoco no-futuro y no hay presente que no sea esperar a que nos atrapen, nos derriben, nos enfermen, nos hambreen y nos mueran. 

Hay una huelga en Colombia contra la subida de impuestos, Iva al 19% para los alimentos, y yo recupero ese verbo, hambrear, recuerdo las revueltas del pan, ineludibles respuestas, ya no hay ineludibles respuestas y en el Estado Español, el Iva de las mascarillas está en el 21%. 

La banda danesa sigue en su empeño de hacer que su disco, que hace alusión al riesgo del hard hard rock de otrora, me guste. La sección rítmica recorre los mástiles, trato de olvidarme de la parálisis que está recorriendo mi rostro, los médicos cerrados, el país cerrado, a medio gas, para que no se note, el colapso que ya está aquí, igual que no se nota cómo me derrumbo, el disco se pone melódico, el reloj amaga con despistarme, la soledad no molesta, la oscuridad no ciega, los anuncios de internet dicen que a mi cabeza le irá mal. 

¿Y qué si le irá mal? Si esta fuese mi última noche, diría que fui perdiendo facultades, que fui perdiendo el pulso de la tierra, pero que no cedí, que ni siquiera dejando de ser yo cedí.  

El desfordismo

Que cada obrero con su salario pueda comprar su propio coche. Así se fundaron las sociedades de bienestar en la que la producción industrial y el Estado social se daban la mano. Movilidad espacial, autonomía personal y derechos económicos. La versión sigloveintera de la modernidad, a partir de la extensión del consumo. 

Suben los impuestos al diesel, pese que el diesel es necesario para la transición ecológica. Ponen peajes en las autovías. El objetivo: Que el obrero no pueda tener su propio coche. La desindustrialización, en nombre del nuevo capital hegemónico, viene insoslayablemente acompañada del desfordismo. La URSS elevó el nivel de vida de todos los trabajadores del mundo. La China de Davos lo hundió. La izquierda que quiere abolir a los trabajadores te saluda. 

Mientras haya urnas, habrá resistencia, aunque suyas sean todas las televisiones. 

domingo, 25 de abril de 2021

Cine y tamaño: El tamaño del cine

Las películas que están en Youtube a menudo aparecen recortadas. Era la tercera o cuarta vez que veía "Desmontando a Harry". Deconstructing, en el original. Harry, enésimo trasunto de Woody Allen, es un escritor que tiene un bloqueo. Uno de sus personajes, que lo refleja a sí mismo, representa a un actor que aparece desenfocado. El escritor con bloqueo es el actor desenfocado. La película en Youtube, al recortarse, también se desenfoca. 

La sensación es extraña. ¿Está desenfocado el actor, el escritor, el texto o la máquina? ¿O es mi ojo? ¿Es mi ojo, Señor, el que no ve lo que tiene delante, aunque mi alma, aun, siempre adivina?

La máquina introdujo la duda acerca de la infabilidad del ojo. Y, ante la duda, Rage Against The Machine. Porque peor será desconfiar de nuestros ojos. El cine también necesita de los ojos; para apreciar la mirada ajena, la luz del director sobre la orilla, una vez que el celuloide se abalanza sobre la playa, trayendo a través de sí todo el océano.

sábado, 24 de abril de 2021

Se murió Wilfredo

Se murió Wilfredo, me lo comunican por mensaje, y yo digo que no, que no murió, que pasó a la clandestinidad, y me toman por loco, pero examino los indicios, analizo el escenario, y estoy convencido. Me indican que estará en la isla con Elvis y los platillos volantes, pero yo sé que no, que está escapado y en la selva y con identidad falsa, mientras fingen un entierro en la capital, todo planificado, en el momento que debía salir de foco, así nadie preguntará, el país se muere, todos se mueren, a nadie extrañará que también le haya tocado, pero no le tocó. No sé si volveremos a saber de él, pero ahí están sus cantos, sus cantos desatados, la sorpresa de que fuese un buen poeta, mezclada con el sabotaje de que, marxista furibundo, explicase los poemas en el mismo libro y los enterrase en prólogos, epílogos y reflexiones, en lugar de la potencia del verso. Wilfredo. El Pata. Estimable poeta del Perú. 

viernes, 23 de abril de 2021

No hablar

Yo no hablo nunca. No hablar es una forma de hablar. Esto llevaba días pensándolo hasta que de repente te das de bruces contra el asfalto. Digo algunas palabras, pero sigo sin querer hablar. No hablar es una forma de hablar que me representa. 

sábado, 17 de abril de 2021

Cuando te preguntas

Cuando te preguntas si este laberinto tiene fin, quizá debes preguntarte si este laberinto tiene en verdad un comienzo... 

La carga de profundidad de la reflexión queda anulada porque la repuesta solo puede ser posmoderna. Ni comienzo, ni fin, ni laberinto; la guerra no tuvo lugar; la vida como simulacro.

Hace un par de semanas hablaba con H. y me recordaba a Juan Antonio Canta. Se suicidó porque su éxito paródico impedía que se tomase en serio su arte. Todo por lo que había luchado se había logrado y todo por lo que había luchado era imposible. Fue la primera gran tragedia posmoderna.

Ese laberinto no tenía ni comienzo ni fin. Solo paredes a atraparte. Otros sí lo tienen. Otros piden reflexión y mapa.      

viernes, 16 de abril de 2021

Algo que llevo practicando mucho tiempo

Ante tal avalancha de frikis, lo único subversivo es el comportamiento formal

(F. Castro Flórez)

jueves, 15 de abril de 2021

Eviten los ascensores

Si hay un ejemplo de lugar cerrado con escasa o nula ventilación, angosto, en el que circule el virus, esos son los ascensores. Además, las personas que suben o bajan solas tienden a no usar bien las mascarillas en ellos, así como tampoco se puede controlar la calidad de las que llevan los demás. Por eso, de poderse prescindir, no usen los ascensores. De no poder hacerlo, usen cuando les toque mascarillas ffp2 bien ajustadas, y sean conscientes de que se trata de lugares de alta prevalencia del virus. 

Sé que no vale la pena recordarlo año y medio después del comienzo. Pero hay una televisión pública que no lo hace. Unas autoridades que tampoco. No está de más insistir, si quien debiera no lo hace. Ascensores no, o con cautela.  

miércoles, 14 de abril de 2021

No nos importa nada la República

A los gallegos no nos importa nada la República que nos sojuzgó nacionalmente, ni su bandera española de opresión. Su historia fue una historia colonial de imposición sobre Galicia, la historia de los enemigos del Estatuto y de los enemigos de los pueblos. Nada nos dio y nada nos dejó, y no hay nada que celebrar como memoria. 
Porque el símbolo del agrarismo nacional gallego siempre fue la hoz, un campesino con la hoz cortando la cuerda de la que tiran por un lado los conservadores y por el otro los liberales y los progresistas, para su exclusivo provecho. Para su exclusivo y republicano, también, provecho.
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A los anarquistas no nos importa nada la República, que los metió en la cárcel y los reprimió salvajemente. La República de Casas Viejas. La República de las rejas. 
La bandera republicana es el trapo que ondeaba sobre las cárceles, que ondeaban arribistas masones, que ondeaban policías afiliados al psoe o al pce, que ondeaba la población obligada por el régimen cualquiera que representase la España eterna. Porque la República fue una fase de la España eterna. 
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¿Qué representa la tricolor? ¿La superioridad moral de los descendientes de franquistas que ahora la portan? ¿El advenimiento del franquismo de cuarta generación, franquismo tamizado por el despotismo oriental? ¿Posmofeudalismo salvaje, envidia de la RPDC? 
La República sirve hoy para traernos de forma inventada aquellas ideas falangistas lorquianas de la sangre y el linaje. Reivindica la sangre, anticipando el terrorismo de Estado de una España eterna terrorista. Inventa el linaje, generando un bloque hegemónico de poder, basado en el poder económico. Pero sobre todo, sirve para excluir de la comunidad política y la ciudadanía a la mayoría de la población. Y, cuando las incluye, lo hace de manera subordinada. Aún más subordinada, puesto que les despoja -la III República- de las libertades burguesas básicas. 
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Es una falacia histórica sostener que el antifranquismo fue republicano. Los republicanos fueron una minoría del antifranquismo. Los exiliados discutieron el fracaso de la República, con la absoluta seguridad de que había fracasado. Solo pudo reinventarse narrativamente la guerra civil cuando ya habían muerto nuestros abuelos, conscientes de que no había nada que reivindicar. El olvido de sus fracasos, como decía Renan, es lo que garantiza que las comunidades políticas tengan un futuro. 
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La historia de un país, resalta la literatura, es una historia de familia y ancestros. No concuerdo necesariamente con esa definición, que en todo caso, obliga ponerse en relación con los ancestros, a seleccionar los recuerdos, como también sostenía Renan, para colocarse en el "lado correcto de la Historia". En el lado lucrativo de la Historia, como corresponde a toda operación comercial. Los que agitan la sangre mienten sobre sus ancestros. Los que tenemos pureza de sangre, no creemos en la pureza de sangre, ni en los certificados franquistas de buena ciudadanía.  
La pureza de sangre, ese descubrimiento español, que decía Mignolo, y que no cesa. La República, unidad de destino en lo universal, vehículo de opresión, colorines para darle en la cabeza a los pobres mientras se les explota.
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Es 14 de abril, y me voy a ver el fútbol. He aquí mi más sentida conmemoración del asco de futuro que nos dais.   

lunes, 12 de abril de 2021

Public Enemy

Chuck D expulsó a Flavor Flav y le echó mierda encima acusándole de poco profesional, frívolo y poco comprometido por no querer recitar loas a Sanders y qué lejos está todo eso del genuino estilo Flavor y qué tenebroso se volvió el compromiso. Chuck D hizo la campaña por su candidato, evaluó sus posibilidades de sentar su culo en alguna de las Cámaras, y se volvió a su grupo de siempre, que eran entre dos y cuatro y con él solo no había quórum, y entonces reculó. Dijo que todo había sido una broma al público y una estrategia de marketing. Que Flavor nunca había sido despedido. Que la controversia era publicidad y ya se sabe. 
Flavor aceptó el retorno dejando claro que de broma nada. Que el chaval con inquietudes de ayer, incluso de un talento hiperdotado, era el empresario de la política de hoy. Y que su papel nunca había sido ése, sino poner el contrapunto. Qué importante es el contrapunto. 
A continuación, sale el mejor disco de Public Enemy en más de veinte años. Pero es una autocelebración. Un back to basics con invitados, donde dan la palabra al conjunto de la escena de otrora, y todos ellos se reencuentran a sí mismos a través de Public Enemy. Public Enemy old school. Con mucha gente alrededor, para que Chuck y Flavor no se maten. 

Luchadoras

Hoy es el homenaje a Clara Campoamor, y no puedo dejar de pensar en aquella ponente del curso sobre feminismo que dijo que los objetivos de Clara Campoamor, Margarita Nelken y Victoria Kent eran los mismos. Curiosa identidad, aquella que identifica estar a favor del sufragio universal femenino con estar en contra. Que nada obstruya el rendimiento del discurso... La caja registradora suena más alto que en un disco de Pink Floyd, y el comunitarismo femenino alza su manto. 

Porque la equiparación minusvalora la lucha. No es inocente el borrado de toda una generación de mujeres, las que encajarían como pioneras, tan incómodas muertas como lo fueron vivas, y por eso homenajeadas en falso o invisibilizadas. Una de las invisibilizadas, por ejemplo, Filomena Dato. ¿Quién? Pues Filomena Dato. Ni candidata al Día de las Letras Gallegas, para el que hay que escoger a mujeres, pero a mujeres más fashionables. Sin ápice de religiosidad. Con capacidad para vender libros y empatizar con sus vidas, en lugar de rememorar sus circunstancias, viajar al pasado y conocer la situación de las mujeres en él. 

Filomena Dato es la autora del gran poema gallego "En defensa das mulleres", y su lectura nos ofrece unas cuantas paradojas, además de dignidad feminista y combate igualitario. Tal como comienza, En grave empeño me poño / pra poder saír con ela / pois defender ás mulleres / non é cousa pra un calquera. Las que se pusieron en ese empeño de exposición, denuncia y reivindicación, en ese grave empeño que no hizo cualquiera, es a quienes hay que retribuir moralmente -por las penurias sufridas en consecuencia-. Retribuir moralmente desde el avance en la lucha iniciada. Para lo cual, tiene que haber una genealogía de esa lucha.  

Y he aquí la contradicción de discursos, a raíz del poema. Filomena Dato (1856-1926) reivindica la igual capacidad de las mujeres. Enfrenta la discriminación en el ámbito intelectual y científico. Expone una realidad, la de sus años, así descrita: 

Os que negan â muller

intelixencia e talento,

a millor contestaceon

cicais que fose o disprecio.

¿D’ ónde sacaron qu’ as almas

teñen com’ os corpos seuso?

Porqu’ as probes d’ as mulleres

nunca tiveron enseño

como os homes, qu’ eran tontas,

os homes tontos dixeron;

Estos versos se escribieron en 1887. No expresan la atemporalidad del patriarcado -aunque exista-, sino que expresan que el feminismo, el Ayuntamiento, el Banco, las autoridades educativas, están vendiendo un discurso de 1887, sin la realidad de 1887. Afirman que se cree que las mujeres no sirven para la ciencia, cuando no conozco a nadie que piense eso. Animan a que las mujeres tomen conciencia de que pueden ser iguales intelectualmente, poniéndolas para ello en una posición de desigualdad desde el feminismo. Después del feminismo de la igualdad y el feminismo de la diferencia, llegó el feminismo de la inferioridad. Las mujeres necesitan una especial protección porque son inferiores. Y por ello, frente a la barbarie del pensamiento y la ignominia, hay que rendir homenaje a las mujeres que avanzaron hacia la igualdad, conociendo cada avance, hasta ejercer esa igualdad de forma plena, en la estela de las precursoras, que lo hicieron contra viento y marea para que las generaciones sucesivas tuviesen sus hombros para subirse sobre ellos y otear, otear las vidas posibles que se abrían, que en realidad se abrieron.  

domingo, 11 de abril de 2021

La Tierra y el Sol, el Mundo y la Pena

La pena es una bola que gira y gira sobre sí misma, una bola que se agiganta, y pasa de una persona a otra cercana, cruza por los pasos de cebra, invade el carril del tranvía -porque cuando aprendí a conducir había todavía un carril para el tranvía, y cuando lo cruzo aun sin raíles allí está-, atraviesa indemne el paseo, gira y gira sobre sí misma, por eso decimos que lo inunda todo, se desplaza y crece con nosotros, nos arrastra hacia el interior de la bola, la pena es una bola que gira y gira y se junta y avanza, y tú estás dentro de la bola, sin poder ponerte de pie, sin poder mirar al frente, inmerso en esa pena que gira y gira y gira.  

sábado, 10 de abril de 2021

Jazz y condiciones materiales

A falta de una indagación severa, yo juraría que una vez leí que el paso de las big bands a grupos más pequeños, debido a una larga crisis económica, propició el nacimiento del be bop. Había un condicionamiento material en los cambios estilísticos. No solo se debían al libre discurrir del arte. Nunca lo hacen. 

Apuntalando la tesis de la importancia brutal de la infraestructura, me he encontrado con una nueva historia, acerca de los libros de standards y el propio nacimiento de los standards del jazz. Antes de venderse discos, se vendían partituras. La música se reproducía en directo y el negocio estaba en las partituras. Los que hemos asistido a cualquier jam session jazzística, hemos visto ese manojo de partituras, los standards. 

Pues bien, esos standards, tanto los famosos cancioneros de Porter, Gershwin, Berlin y similares como cualquier tonada que se difundía a través del cine, la radio o el teatro, que los músicos aprendían cual orquesta de pueblo, estaban recopilados en un libro sin editorial, fotocopiado, conocido como fake book. Estando familiarizados con cómo el rap 80s murió por la persecución de los samplers en aras de los derechos de autor, lo que le privó de seguir construyéndose a partir de la rica herencia del legado de la música negra anterior, no nos sorprenderán este tipo de dinámicas, como la que vamos a exponer.

El fake book no contenía las partituras enteras, que eran las que se vendían comercialmente, sino solo las melodías principales. Así pues, los músicos no reproducían las piezas enteras, ya que no las tenían, sino que reproducían la melodía principal e improvisaban alrededor de ella. Por eso que el jazz es improvisación, por los derechos del propiedad. La improvisación escapaba a los derechos de propiedad. Y finalmente, la música cambió, y dejaron de venderse partituras. 

viernes, 9 de abril de 2021

Maoísmo de prisión

No me refiero a los presos senderistas llorando después de que su Presidente Gonzalo firmase la capitulación que hacía que las cárceles dejasen de ser luminosas trincheras de combate en las que desarrollar un estadio más del partido comunista militarizado, vanguardia de la guerra popular. Si bien ha habido maoístas entre rejas y maoístas en mansiones, ambos mundos a menudo se encontraban. Eran maoístas en mansiones los que dirigían a maoístas presos, denotando que el futuro se parece bastante al presente, en cada organización social, con la consabida tendencia a empeorar que los conservadores achacaban a todas las sociedades precisamente por conservadurismo. 

No me refiero a la fase maoísta, tampoco, de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre, que contrariamente a los anteriores, no cogían nunca el dinero del partido, si bien, con un análisis pionero en decir que todo es fascismo, reincidían más que los atracadores de bancos, entrando y saliendo de prisión. El único lugar en el que el partido significaba algo. Por eso, el nuevo aspirante a líder, el rapero infame que no ha publicado jamás ningún disco, repentino héroe de Amnistía Internacional, ha decidido entrar voluntariamente en prisión para acelerar la elevación de su estatus. 

Lo anterior dudo que lo buscasen los líderes del Movimiento Internacional Maoísta, una internacional maoísta con sede en Harvard. Si parece extraño que una internacional de tal radicalidad revolucionaria esté dirigida desde Estados Unidos, no hay que olvidar que la internacional maoísta mayoritaria, el Movimiento Revolucionario Internacionalista, también estaba dirigida desde Estados Unidos por Bob Awakian, o al menos lo pretendía. La célula maoísta de Harvard tuvo que terminar desmantelando su internacional, reconvirtiéndola en el Ministerio Maoísta de Prisiones, grupo que atacaba el gulag americano, y que salvaguardaba las siglas. 

Conociendo esta historia, al enterarme de que hay un partido maoísta continuador de los Panteras Negras fundado en la cárcel, el New Afrikan Black Panther Party, establecido como emulación del capítulo carcelario histórico de George Jackson, mítico "hermano de Soledad" asesinado durante su fuga, pensé que éste se debía a la acción de tan particular Ministerio. Sin embargo, se trataba del resultado del proselitismo de un boletín carcelario maoísta rival, vinculado en una época al PLP, la tercera pata del maoísmo USA.

La historia y desarrollo del New Afrikan party es cautivadora, y me falta mucho que profundizar en la figura de Kevin Rashid Johnson y demás compinches o ex compinches. Condenado a cadena perpetua por narcotráfico antes de ver la luz y convertirse, se ha revelado como artista y portavoz de la nación encarcelada al estilo Abu Jamal, que también mantiene sus querencias por las citas del viejo libro rojo que blandía en su Filadelfia adolescente. Mientras trataba de zambullirme en la trayectoria de la organización, me he dado de bruces con su escisión. 

La lucha de dos líneas es una de las características del maoísmo internacional, una distinción maniquea en la que quizá también aventuraron estos convulsos tiempos políticos de mierda. La lucha de dos líneas es un resabio idealista en la filosofia materialista de la historia, que no reposa en nada salvo en la voluntad del líder providencial que la identifica. Aunque por supuesto las escisiones no son la consecuencia de una teoría errónea, sino de una divergencia de intereses. Por eso que la lucha de dos líneas -y no hagamos chistes con la líneas pese a que algunas hasta sean narcoguerrillas- encubre, nunca mejor dicho, intereses que se contraponen en algún momento.

Volviendo al partido al que empezábamos a admirar, fiel continuador pantera, en alguno de los vértices que tuvieron los panteras, y que ahora se compone de dos partidos, uno integrado por tres miembros del Comité Central, rebautizado Partido Revolucionario Intercomunal Pantera Negra, y el otro por los dos miembros restantes, que han expulsado a la mayoría de los militantes a los que han encontrado. Aquí, además de la lucha de dos líneas o lo que quiera que sea eso, vemos una variable interesante. Como afirma Rashid, el grupo que ha mantenido la denominación, y que no es el suyo, ¡está dirigido por un blanco! Precisamente, el blanco del boletín, que había sido relegado de la organización. Una organización, recordemos, nacionalista negra denominada Nueva África. 

Pueden parecer historias bizarras de una minúscula facción perdida bajos los muros de las cárceles privadas que pueblan Estados Unidos y que vinculan todavía al pueblo negro y el trabajo esclavo. Puede parecer que la variable racial no es o debiera ser determinante, aunque se trate de una organización racial. Pero no se trata del único caso. Existe una organización negra mainstream mucho más famosa, Black Lives Matter, que en realidad no se trata tampoco de una organización porque burocráticamente no existe, carece de organicidad, legalidad y funcionamiento interno, funcionando en su lugar como un logo en manos del capitalismo de fondos de inversiones, agitada convenientemente por sus terminales mediáticos, cuyos participantes en ella son en un gran porcentaje blancos.     

Si toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, toda la miseria está reflejada igualmente en un elemento así de pequeño. Por eso miro a estos partidos extraviados, y la gloria y la miseria me poseen, mientras el maíz se posa en el borde de la sartén y va conformando la masa. 

martes, 6 de abril de 2021

De pequeño

De pequeño alternaba con la mayor naturalidad a Quilapayun con Sepultura, a Inti Illimani con Napalm Death, a Víctor Jara con Fear Factory, a Soledad Bravo y Carlos Puebla con Johnny Winter, Manowar o Run DMC. Por eso, cuando el "Boom Boom" de John Lee Hooker puede darse en la noche mojada, de camino a la fábrica donde trabajaba Manuel, y el poeta Ho Chi Mihn reividica el derecho de vivir en paz entre Roots, bloody roots, hay un montón de letras que irán contigo independientemente de los saltos al vacío musicales que hayas dado para hacer esa aleación en la cabeza. 

En ese sentido, no creo que haya dos grupos de los que me sepa más canciones de memoria que Quilapayun e Inti Illimani, y por eso, seguí con estupor su trayectoria paralela tardía en la que, desaparecido Pinochet aunque no su sombra, ambas bandas se dividieron en dos facciones que se disputaban el nombre. Igual que eran hitos en la memoria, ambos conjuntos se batallaron como marcas, y eso fue lo más reseñable y premonitorio de la cuestión. Más abracadabrante todavía, que en ese descarnado asalto a la propiedad, interviniese el Partido Comunista, conjuntando sin escrúpulo alguno control político con negocio. Intervino, naturalmente, en contra de los miembros históricos y a favor de los apparatchicks del folk. Los que poco menos que habían hecho carrera tocando palmas. 

El primer pleito fue el de Quilapayun. Tras el plebiscito, unos vuelven a Chile y otros se quedan en Francia, donde se había radicado el grupo durante el exilio. Las divergencias van acentuándose hasta que llega un momento en que hay más miembros históricos fuera de Quilapayun que dentro. Reconstruyen Quilapayun, pero se encuentran con que la facción francesa ha registrado la marca como propia. Coexisten dos formaciones que tocan bajo la denominación del grupo, los tribunales arrecian y finalmente los miembros históricos recuperan poco a poco sus derechos, a pesar de que el Partido Comunista promociona a los rivales, y que ambos realizan homenajes separados a Salvador Allende. Hoy, Quilapayun es Quilapayun de nuevo, aunque, en un guiño al futuro que no querían, lo es como marca que legar en herencia o que monetizar, ya que la trayectoria artística de los titanes de la música tradicional chilena está cercana a culminarse. Al menos, morirán bajo su bandera. Con sus instrumentos en la mano.

Y, si el pleito por Quilapayun comenzó en 2002 y se sustanció en 2020, el pleito por Inti Illimani comenzó en 2004 y está todavía pendiente de restitución, si ésta llega a lograrse. En este caso, un origen similar se suma a un desarrollo más taimado, porque el muro de los derechos de propiedad se alza impenetrable. Una vez retornados del exilio, los seis miembros del grupo registran una sociedad para gestionar la marca en Chile. Con el tiempo, los tres principales componentes se ven fuera, la sociedad inoperante por el empate y, además, se encuentran con que la marca internacional ha sido registrada a sus espaldas. Siguen tocando, bajo el nombre de Inti Illimani Histórico. Un laudo arbitral en Chile les restituye parcialmente los derechos y establece que sus oponentes deben rebautizarse como Inti Illimani Nuevo, ya que ambas facciones son poseedores de derechos hasta que no se termine el proceso. La Facción nueva incumple el laudo en Chile y adicionalmente detenta los derechos internacionales en exclusiva. En el homenaje a Salvador Allende y demás actos conmemorativos del periodo, las luchas de Quilapayun e Inti Illimani convergen. Podemos ver por una parte a Inti Illimani histórico y Quilapayun histórico, compitiendo con Inti Illimani nuevo y Quilapayun usurpado. Toda una epopeya de memoria histórica en directo, batallante, todo lo contrario de museística o muerta. Porque la memoria histórica es un proceso que no tiene fin. Y con Inti Illimani histórico, Venceremos. Contra los mercaderes de la memoria, Venceremos dos veces.   

A.C., sobre estar perdido

"Es mucho más sencillo de lo que parece verte a ti mismo un día, sin saber por qué, atrapado en tu habitación, sin ganas de salir ni de nada, y la única salida que ves a tu alcance es quitarte de en medio... eso es muy triste. Por eso digo en la canción, don´t give up, no te rindas, es una canción para dar fuerzas a todo el que lo esté pasando mal, siempre hay una solución, eso es lo que quiero decir".

[Alice Cooper, en Popular 1, acerca de "Hanging On By A Thread (Don´t Give Up)", de su imponente nuevo disco, trayéndonos desde Detroit de nuevo la inclusividad del rock, aquello para lo que fue creado, dar sentido a aquel que no lo ve, dar sentido a trazos y guitarras a aquello que sin ellas no lo tiene]. 

Un subjetivismo atroz

Se pasan el puto día hablando en contra del cristianismo, pero pretenden instaurar una comunidad política basada en la fraternidad, de la que puedan expulsar a los que no sean sus fráteres. El yo no te ajunto, convertido en teoría política.

Ya no más. Abajo la República. Abajo la República de su casa. Los linajes inventados cosidos con hilo de saldo coloreado. El mal gusto, colega, el mal gusto y el ridículo más grande. El mal gusto formativo obligatorio. El gesto secreto de los que se reconocen por la fealdad del alma. La fraternidad obligatoria a los que mandan. 

Quereos como hermanos, dijeron siempre todos los tiranos.