Cuando te preguntas si este laberinto tiene fin, quizá debes preguntarte si este laberinto tiene en verdad un comienzo...
La carga de profundidad de la reflexión queda anulada porque la repuesta solo puede ser posmoderna. Ni comienzo, ni fin, ni laberinto; la guerra no tuvo lugar; la vida como simulacro.
Hace un par de semanas hablaba con H. y me recordaba a Juan Antonio Canta. Se suicidó porque su éxito paródico impedía que se tomase en serio su arte. Todo por lo que había luchado se había logrado y todo por lo que había luchado era imposible. Fue la primera gran tragedia posmoderna.
Ese laberinto no tenía ni comienzo ni fin. Solo paredes a atraparte. Otros sí lo tienen. Otros piden reflexión y mapa.
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