viernes, 27 de febrero de 2009

UNA TARDE APACIBLE

Hoy por fin vi el viaducto de los suicidas. En realidad ya lo había visto antes, pero no sabía que era aquél. Vaya sitio tan feo para morirse.
A mí el suicidio me parece antiestético, por más que desde el existencialismo se pretenda argumentar lo contrario. Quizá sea la muerte la que siempre es antiestética y nadie pueda evitarlo.
Acostumbrado por inercia a intentar resistir en todos los frentes, creo en la resistencia, también, contra la aplastante lógica camusiana del suicidio. Que yo me suicide... ya les gustaría a esos cabrones.
No me suicido por fastidiar. Por fastidiar a los enemigos de clase. Y porque sería incoherente con los principios de la resistencia, con la larga cadena de determinaciones en la que estoy inmerso. Y porque Alice Cooper y el Capitán Marvel estarían en contra. Y porque es antiestético. Es feo.
Quizá lo que más me repele del viaducto, más allá del asfalto infinito, los coches pasando por debajo y la absoluta falta de decoro del lugar, sea que está en Madrid. Yo antes que suicidarme en Madrid me pego un tiro.

LEYENDO HISTORIA ECONÓMICA

Hojeando Informes del Fondo Monetario Internacional me invade una cierta nostalgia, me entran ganas de convertirme en un joven neoliberal. No puedo. Pero porque ya no soy joven. Grrrrrr.
Al mismo tiempo, soy demasiado conservador como para abandonar el marxismo(intersección)leninismo. Mala suerte, carajo, mala suerte.

jueves, 26 de febrero de 2009

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A veces tengo días gentefóbicos. Como ayer. Como hoy.

miércoles, 25 de febrero de 2009

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A veces tengo días gentefóbicos. Como hoy.

lunes, 16 de febrero de 2009

¿QUÉ ES EL MAOISMO?

Maoismo: Enigmático poliedro de múltiples aristas: Una excusa o una fascinación o una abominación en todas sus combinaciones y separaciones posibles. La ignota realidad china y una variedad de recepciones mediadas cultural e ideológicamente. Un Libro Rojo que, según el fragmento que se escoja al azar y el estado de ánimo del lector, contiene todas las respuestas o reposa en el vacío.
¿Qué fue? ¿Una teoría revolucionaria, una guerra existencial, un impulso moral, una farsa exótica? No resulta fácil responder. Junto a la necesidad objetiva de tercermundialización de la lucha de clases, de construcción voluntarista del hombre nuevo, de emancipación del yugo colonial y neocolonial, de conquista del poder por parte (también) del campesinado, de continuación de la revolución por todos los medios que fuesen necesarios frente a la decadencia de los partidos comunistas oficiales, se solaparon sin rubor alguno mesianismos absurdos, una violencia atroz, autoritarismos sin límite y una política internacional objetivamente contrarrevolucionaria. Por cada dosis de heroismo, una payasada sangrienta y la persistencia del misterio.
Hasta que los maoistas desaparecieron lentamente sin hacer ruido. Casi todos los que no se pasaron al enemigo coinciden: China estaba muy lejos (e, implícitamente, nosotros hacíamos con el maoismo lo que nos daba la gana). Después de todo, quizá sólo se tratase originariamente de la cobertura ideológica que se inventó el bueno de Mao para ganar una pugna episódica por el poder político en el seno del Partido Comunista Chino, magnificada a posteriori hasta dar lugar al enfrentamiento mayestático por la hegemonía del Movimiento Comunista Internacional.
Tuvo tantas mutaciones y tan variopintas que no se puede sino sonreir con aprobación y nostalgia al recordar el maodadaismo francés e italiano, los indios metropolitanos, el cine-guerrilla de Jean-Luc Godard o la obstinación lunática de los francotiradores de la contracultura. Como no se puede no sentir el espanto de los crímenes imperialistas de la Renamo, Unita, el Frente Revolucionario Unido o los Jemeres Rojos; la conspiración chino-americana para sofocar a los pueblos en lucha. Y el capítulo aparte de Sendero Luminoso, que sería esperpénticamente gracioso si no ocultase una tragedia.
El maoismo siempre guardará una ambigüedad intrínseca: tirar a los contrarrevolucionarios por la ventana; una idea entrañable pero un poco bruta al mismo tiempo.
A nivel político, sus fluctuaciones y reapariciones resultan también ambiguas. Nadie esperaba un triunfo en Nepal, y ahí surgió de nuevo la posibilidad de que el maoismo sí consistiese realmente en una teoría revolucionaria adaptada a países bajo condiciones semifeudales. Lo más sorprendente fue el programa político sobre el que los combatientes nepalíes construyeron su poder armado: abolición de la monarquía, república democrática, reconocimiento de las libertades nacionales de todos los pueblos, reforma agraria, derogación del feudalismo e igualdad de derechos para las mujeres. Podría llamarse maoismo del bueno en estado puro o de cualquier otra forma. Paradójicamente, estaba unido a una involuntaria democracia en el interior del movimiento popular que se debía a las enormes disfunciones del proceso de toma de decisión en el seno del aparato del partido.
No podía durar. Si en ese país existe un ente que se autodenomina Partido Comunista de Nepal (Unificado Marxista-Leninista) y que en realidad tiene una ideología socialdemócrata y dio respaldo a la monarquía hasta anteayer, pocos obstáculos se interponían para que el Partido Comunista de Nepal (Maoista), una vez en el Gobierno, abrazase el reformismo. Operación que todavía está por culminar, y que según el Libro Rojo tendrá que superar la lucha de dos líneas que propulsarán las fuerzas revolucionarias que pervivan dentro del movimiento...
La lucha de dos líneas. Finalmente el maoismo, en lugar de una ideología de contornos definidos, se trata de una ética. Pero no una ética colectiva ni un programa político cargado de fuertes connotaciones morales, sino una ética personal e intransferible, una moral de emergencia que llama a no vender determinados principios a pesar del precio que haya que pagar por ello, una guerra contra el universo que se manifiesta de forma estática hasta que ante la agresión perpetua en todos los frentes se impone una necesidad de autodefensa. Entonces sale al exterior el pequeño maoista que llevábamos oculto y basta una chispa para incendiar la pradera. Y llueve, viene la calma, calma-tempestad-calma sustituyendo a la acción-reacción-acción y la espiral dialéctica que otrora condujo al viejo Mao a la victoria, eso ya pasó, ya pasó, la calma vuelve y la lucha de dos líneas se da en el interior del cerebro, y la sociedad capitalista y su violencia primigenia traen aparejada una amenaza esquizoide que hay que rechazar sin quedar damnificados para siempre. La historia sigue triste y a pesar de lo vivido continuamos sin conseguir aprehender aquella esencia desconocida que en algún momento nos impregnó, la furia, el maoismo, la actitud o cualquier otra cosa necesaria de cuya existencia nunca estaremos seguros y que es lo único, exactamente lo único capaz de impedir que todo se vaya definitivamente a la mierda.

viernes, 13 de febrero de 2009

LA BELLEZA

Enemigo de la guerra y su reverso la medalla
no propuse otra batalla que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra
bajo el paso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria
el poder de la razón,
y ahora que ya no hay trincheras
el combate es la escalera
y el que trepe a lo mas alto
pondrá a salvo su cabeza
aunque se hunda en el asfalto
la belleza.

Míralos como reptiles al acecho de la presa
negociando en cada mesa maquillajes de ocasión
siguen todos los railes
que conduzcan a la cumbre
locos porque nos deslumbre
su parásita ambición,
antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta
mercaderes, traficantes
más que náusea dan tristeza
no rozaron ni un instante
la belleza.

Y me hablaron de futuros fraternales, solidarios
donde todo lo falsario acabaría en el pilón
y ahora que no quedan muros
ya no somos tan iguales
tanto vendes, tanto vales
¡viva la revolución!
reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza.
(Luis Eduardo Aute)
(Y falta el verso que quizá improvisó en directo cuando lo vi con Silvio Rodriguez en A Coruña en 199... Aquel día Aute cantó:
"Y será que la belleza siempre está contra el poder")

EL PANARABISMO NUNCA MURIÓ

Hace mucho tiempo que el Presidente Nasser no sostiene desde Egipto la bandera de la dignidad, tampoco el Baaz hace resistir las inconmensurables tierras iraquíes, y sin embargo Siria.
No voy a negar que cuando fui consciente de que en nuestro país galaico no existía vuelta atrás, de que la depredación material e inmaterial de mi Patria se acercaba a un punto de no retorno (nunca se repetirá lo suficiente, Steve Bicko, "el colonialismo empieza en la mente del colonizado"), la saudade devino tristeza que perdió su fin (y tristeza nao tem fim, felicidade sim). Pero toda esa tristeza no me convirtió en el gallego errante (o también, porque todos los gallegos somos errantes), sino en un sirio de corazón, un habitante imaginario de la República Árabe Socialista.
[Lo reconozco, en los últimos tiempos sólo escribo sobre músicos legendarios que nos dejan, y acto seguido pienso: necesito escribir algo bonito; y no me salen más que tenues sonrisas irónicas con capas de amargura de fondo. Confieso que a veces Galeano espiritualmente me hace volar, pero no me parezco a Galeano y creo que ni siquiera me gustaría. (Mode Axl Rose on): Ese no sería yo, mis miles de fans se darían cuenta y no lo perdonarían...]
Y sí, ser sentimentalmente sirio me hace feliz. Feliz de verdad. Mi inevitable megalomanía correría a añadir: Un soldado a las órdenes de Bashar Al Asaad, del Baaz Árabe Socialista, de la República soberana que no tuve, que existe allá a lo lejos. Pero no se trata de eso. Simplemente sirio. Un habitante de la esperanza en un entorno hostil en el que comete errores y en el que los demás cometen errores, que no busca la belleza absoluta ni casi relativa pero sí aquella que está en unos escasos principios muy elementales de justicia. Un sirio entre tantos otros que jamás firmará la paz con Israel.
El nacionalismo árabe nació en Bilad Al Sham y permanecerá en Siria.
Siria sólo se arrodilla ante Allah. The show must go on. El panarabismo debe continuar.

viernes, 6 de febrero de 2009

YO NO SOY

El materialismo dialéctico enseña a romper las cadenas de la alienación. ¿Y qué son las cadenas de la alienación bajo un Estado capitalista sino vínculos sociales? El materialismo dialéctico enseña a estar solos.
Pero yo no soy consecuencialista. Yo nooo.
And we´re gonna kick out the jams... Motherfuckaaaars!

(A las 8 am) Parecía el Día de la Marmota

Llovía con violencia, la página web colapsada, el cajero dando error en la operación y... en uno de los intentos lo conseguí. Lo conseguí.
TENGO UNA ENTRADA PARA AC/DC!!!

(...)

PS. Emociones encontradas. Miro mi entrada de AC/DC y digo: gran día. Abro el periódico, estoy a punto de saltar la sección de necrológicas y ¿Lux Interior? ¡Mierda de día!
Hace unos años se morían algunos viejos comunistas, escritores, pintores... Los músicos que la palmaban era consecuencia natural del live fast, die young y deja un bonito cadáver.
El año pasado, la biología hizo de las suyas: Bo Didley, Isaac Hayes... Muy jodido, pero comprensible, se iban con la tarea culminada, nos dejaban toda la felicidad que habían construido a su paso.
Pero esto es la incredulidad absoluta: Ron Asheton, Lux Interior. Los vi sobre el escenario y me parecieron inmortales. ¡Lux Interior era la inmortalidad hecha carne! Y los Cramps a la música lo que Robert Crumb a los cómics.
Al infierno con las Hell´s Bells. Queremos que sigan aquí, ¡joder! Cambio la entrada de AC/DC por un Día de la Marmota en el que me quede de nuevo con cara de gilipollas sin ir al concierto y Lux Interior esté todavía con nosotros.
Cuando los ves tocando guiados por los dioses a unos palmos de ti, esos héroes del rock n´ roll se convierten al instante en tu familia. Y con qué fragilidad cambian todas las cosas.
E querémolos, precisámolos eiquí. Que pechen as portas e que xa ninguén saia!