viernes, 26 de junio de 2020

Arriba esas palmas

Un día más bordeando el despido. ¡Que viva la lucha de la clase obrera!

martes, 23 de junio de 2020

(Y por algo será)

¿Por qué somos tan viejos? ¿Por qué estamos acabados? ¿Por qué hoy salió el enésimo archivo de Neil Young, y yo ni siquiera le doy al play? ¿Por qué escucho a Nils Lofgren de madrugada, recordando a Lou y a Tom, a Lou Reed y a Tom Petty, tan lejos entre sí, tan cerca en estos temas de inspiración cascada, esfuerzo último de hacer lo que se sabe, escribir, pensar, amar cosas lejanas? ¿Por qué, en estos estertores, aún me las apaño durante el día para lanzar todos los fuck you que debo y adonde debo? ¿Qué le pasa por dios a mi cerebro, que ni no funcionando funciona? ¿Por qué la convencionalidad no me trajo nada y tampoco se trajo a sí misma?
Soy una reliquia en la comisaría.
Soy un heart attack y el monstruo de las galletas.
Soy un desacorde feroz fuera de sitio.
Hago horas y horas y horas, pero las horas no me hacen a mí.
Soy el vejestorio mejor conservado expulsado de las fauces de la utopía.

domingo, 21 de junio de 2020

Continuidad

Me gusta poner el dedo en una esquina de las fotos que saco. No lo hago a propósito y sé que puede editarse, pero quién quiere editarlo. Ese dedo manchando el encuadre de la imagen, esa presencia humana que recuerda los carretes, la espera del revelado, la sorpresa final, la improvisación, el imprevisto. La participación humana en todas las cosas del mundo, en todas las cosas del mundo que era y que sigue.

viernes, 19 de junio de 2020

Bob Wills

Son las cuatro de la mañana, los altavoces esculpen unas melodías que una vez fueron discos de pizarra, en ese extraño estilo, el Western Swing, sin continuadores, que está en el country y con un pie en las orquestas y con otro se propulsa hacia apuntar muchas cosas y no dar ninguna, a perderse en el espacio y a no perder vigencia. En cierta medida, creo que alguna orquesta gallega podría afinar algo de esto, pues no hay que olvidar que, mucho más importantes que Los Planetas, para nuestra cosmovisión, son Los Satélites. A Pucho Boedo se le hicieron algunos homenajes pero no se encuentran sus canciones, aunque no son esas las que recupero, sino a Bob Wills, el pionero country, Bob Wills y sus Texas Playboys. Miro la foto y es la típica furgoneta de las bandas country, la de la película de los Blues Brothers, la de toca en la menor, que es un tono country, y tocan "Látigo", pero aquí no tocan "Látigo", porque lo que sale por los altavoces es pura pizarra, pura antigüedad anacrónica, a veces lejana, a veces perfecta, es pura ensoñación del tiempo, y quiero ser un Texas Playboy, que no un playboy de Texas, y ya dejo de inventar y sigo en mi quehacer, en mi quehacer de teletrabajar un sábado de madrugada, muy por debajo del salario mínimo, de cagarme en tó, en apandar y en tratar de no agotarme, porque habrá más discos de pizarra y habrá más sueños y no tardarán en propulsarme al infinito.

miércoles, 17 de junio de 2020

I-VI

(I.)
A veces parece que vuelve pero la realidad ha sido abolida.
(II.)
Darle la vuelta a los modelos no sirve ni para empezar.
(III.)
E chegaron os tempos que non eran.
(IV.)
Y si me dan a elegir yo escojo...
(V.)
No elegimos nunca, ni individual ni colectivamente.
(VI.)
Una realidad abolida se paseaba taciturna por la balaustrada.

jueves, 11 de junio de 2020

La vida adulta

Nunca sabré bien cómo esquivar tontos. Yo no me muevo y cuando se acercan demasiado, pego primero y pregunto después. Los tontos, con su superioridad moral a cuestas, con su supremacismo corpóreo, a tres milímetros de tu cara, amenazantes. El mamporro inevitable.
No saber irme a tiempo y prosperar. No saber contemporizar con quienes desafían mis creencias y la más elemental justicia social, enclavada en el pasado, en el concepto de igualdad y el progreso constante de las sociedades a través de la educación y la cultura.
Y parezco un padre fundador de la Unesco y solo soy un gallego más, un gallego menos, un gallego ni más ni menos, ni blanco ni negro ni izquierdo ni derecho ni sátrapa ni traidor ni arribista ni esclavo ni ascendente ni descendente ni interesado ni soñador, ni todo un truhán ni todo un señor. Gentleman siempre indecente jamás. Soy y no soy y no soy y soy, y el borrado no me alcanzará porque hace mucho, hace mucho ya, y en mi Patria denantes, só denantes, la clave está ahí, y habito una preposición y soy libre y tú no, pero me caen todos los tontos y pronto me despedirán de nuevo y no me importa, ni el mejor abogado, el más denodado mediador puede escapar de la línea de ametralladoras automáticas, y manda quien tira del gatillo, y anónimo luchador, no tendrán las armas la razón pero qué bien vendría tener alguna, por eso que Félix Likiniano, anarquista de los de antes quería inventar la bomba atómica de bolsillo, y a mí me encantaban sus memorias y siempre me comporté como si fuese a tener una. Una, dos, tres. Uno, dos, tres. One, two, three, four. En esta vida, aun adulta, yo solo respeto a los Ramones. Y Gabba Gabba Hey.
Gabba Gabba Hey!  

El extraño caso de Poison

La extravagante y superventas banda de hair metal que promulgaba el glam, el bubblegum y la frivolidad con guitarras y potentes estribillos siempre fue una debilidad personal. Desde la capacidad escénica de Bret Michaels a la original simplicidad de CC Deville y los sombreros rosas de Rikki Rockett. Cuando expulsaron a CC por no estar muy a menudo en condiciones de tocar, se abrió un extraño casting. Decidieron reclutar a su sustituto entre los virtuosísimos autores de discos instrumentales de guitarra. Y sí, yo también tenía aquellos discos de los más dotados émulos de Joe Satriani, pero no podía imaginármelos en Poison.
"Mother Tongue", el disco con Richie Kotzen, les dio una sonoridad blues rock, buen clasicismo y empaque. Suenan a gran banda, con algunos tics de la época. Cuando expulsaron a Richie en directo sobre el escenario tras un incidente sentimental que involucraba a la novia del bajista, increíblemente se inclinaron por contratar a Blues Saraceno. El hair metal había dejado de existir, y el disco con esa formación fue rechazado por la compañía y editado tiempo después. Tampoco se inscribía en el género, salvo por las letras, tan impresentables como era habitual.
Poison no retomaron su lugar hasta que Motley Crue lo hicieron de nuevo. Para entonces, CC estaba de vuelta y la diversión sin pretensiones de sus temas, también. Nadie estaba interesado en su nuevo disco, pero "Hollyweird", escuchado en la distancia, me alegra el día. Ellos son la banda cuando quiero sonreír, y Status Quo y Slade han agotado las reservas.

miércoles, 10 de junio de 2020

La prensa

Leer eldiario.es me parece sórdido. Con el avance de la técnica, la incorporación de la barbarie neuropolítica, el asalto contra la cultura y la gestión del ciclo de las emociones, Goebbels está quedando como un aprendiz rudimentario, aunque mortífero. El amateurismo despreocupado de los pioneros, en contraposición al monopolio de los que han establecido industria, o industria multinacional. Leni Riefenstahl tenía vocación artística, García Ferreras tiene vocación obscena. La pulcra pantalla del panfleto de Escolar mancha, mancha el cerebro, cada neurona que conquista se alza como una celebración de la muerte. Todo es necropolítica, a pesar de que hayan borrado los cadáveres que, literalmente, yacían por las esquinas. Será miserable recordarlos como, contaba Finkelstein, a los supervivientes del Holocausto, en los primeros años, los tenían por mentirosos o aguafiestas. Somos los aguafiestas que no pudisteis matar. Comprasteis todos los medios, a unos les pagáis por difamar, a otros les pagáis por callar, pero mi cabeza es una sinfonía que nunca callará. Nunca callará.

lunes, 8 de junio de 2020

Citas

"Endurance is more important than truth", dijo Bukowski. Pero mejor si son las dos.