miércoles, 27 de enero de 2021

Miércoles

La naturaleza brumosa del jazz coincide con el cristal sucio de mi ventana. 

sábado, 23 de enero de 2021

Cultura oral, o descultura oral

Durante casi milenios, solo una minoría escribía y la cultura se guardaba mediante la memoria oral. La escritura implicaba la permanencia de la transmisión y la fijación de su contenido. Con la democratización de la escritura, vino el mayor ascenso cultural de la historia de la humanidad, en el que la educación se convirtió en motor del cambio.

En esa línea de ascenso, nunca dejó de darse una división: se escribía lo importante, lo no importante se lo podía llevar el viento de las palabras. ¿Qué sucede con la digitalización de la escritura? Se escribe más. Se escribe lo no importante. Hasta que la mensajería electrónica opera el cambio. Se escribe solo lo no importante. 

¿Y la cultura? Igualmente, la cultura vuelve a ser cultura oral, quedando en manos de los youtubers, los streamers, la video-educación... La cultura vuelve a ser oral, bajo la tumba de las palabras y las letras. No todo empezó en la educación, pero todo culminó con el concurso de la educación. El desarrollo extrahumano de las fuerzas productivas y la lógica de la acumulación necesitaban matar la escritura para reinar, al modo de un monarca absoluto. 

Galapagar

ejemplifica

que 

la 

propiedad 

privada 

es 

un  

robo. 

Rudimentarismos

Se acepta que la Primera Guerra Mundial fue una pugna interimperialista entre el capital, pero no se acepta que la relación entre las diversas facciones del capital es conflictiva, a veces, de una virulencia feroz. Sin embargo, la lucha final entre el capital nacional y el capital global tomará forma de contienda política sanguinaria, se saldará con una revolución. Una nueva revolución burguesa. 

Y en eso estamos. Combatiendo a los nuevos burgueses e ignorando a los viejos. O apoyando a los nuevos burgueses frente a los viejos. Ese es el bipartidismo (no democrático) en el que nos metieron. Y no remitirá.

Fin de la profecía, comienzo de la película de sobremesa. Porque se junta la trascendencia de las profecías, y la banalidad del mal de los telefilms. Y por eso debemos salir del marco y no mirar.  

Mediana edad

Aún doy bien en el espejo 

pero se me van a caer los ojos y los dientes, 

se me va a abolir la visión 

de mal usarla 

y de mí quedará solo

el recuerdo del recuerdo de una ausencia.  

martes, 5 de enero de 2021

5

Hay un gran Bartleby dentro de mí. Ese penar de travesía. En la que llegar a destino no importa. Bien por omisión, bien por entretenerme en otros frentes. Porque yo siempre pensé que había que emprenderla a puñetazos con quien te ladraba, en lugar de dirigirme sostenidamente hacia la gloria. 
En el fondo, no hay nada que deprecie más que la gloria. Por eso mi gran Bartleby la sabotea. De hecho, estaba escribiendo la sabotea, y sin querer puse la sobetea. Porque la gloria es para babosos. O para pequeños hombrecitos que no valen para nada más. 
Escucha pequeño hombrecito, diría Wilhelm Reich, quédate tu gloria y tu juguete. Pero no molestes. O tendré que entretenerme de nuevo en el camino que no hago. 

domingo, 3 de enero de 2021

El derecho a soñar, contra el derecho a razonar

Durante las crisis el sistema vende poesía. Durante las guerras, emociones motivadoras. Un viejo texto laudatorio vincula la escuela del franquismo con la emoción: educación, instrucción y emoción. El comeback de los años treinta disparado, con sobredosis tecnológica. 

Galeano reivindicaba el derecho a soñar. Viendo el proceso de producción de sus libros, sabemos que Galeano soñaba sus textos desde el estudio metódico. Ahora, el sistema obliga a soñar mientras prohíbe razonar. Porque su huída hacia delante hacia la dictadura perfecta debe eludir la realidad inmediata. El doble rostro de Jano que, entre pasado y futuro, desprecia el presente. 

La búsqueda de la dictadura perfecta es la búsqueda del crimen perfecto. Solo existe en la imaginación del autor o en el aumento de la escala de lo perpetrado. Solo existe cuando el crimen se comete sobre la colectividad en su conjunto, y sale bien.