jueves, 27 de enero de 2011

ANYONE CAN BE A SEX PISTOL

Steve Jones
deume a guitarrazos
a miña adolescencia.

Johnny Rotten non me enbaloreceu
senón que sistematizou tristezas
desesperadamente, con sentido.

Glenn Mattlock
foi expulsado, coma min
desa horríbel forma de absurdo paraíso (o único).

E Paul Cook
pulsou a ritmo constante
un desastre de vida.



PD. Sid Vicious?
Que pintaba Sid Vicious nisto???


(De "O infinito tivo que torcer nalgunha parte". Alí Omar, 2003)

miércoles, 26 de enero de 2011

MI RELACIÓN CON LA VIEJA IZQUIERDA

Mi relación con la Vieja Izquierda es la misma que atesoraban los carlistas de las Patrias oprimidas con el Ancien Régime. Se fundamenta en el romanticismo filosófico. Pero no me representa ni pretende incluirme. Y yo lo sé. And I don´t care.

LA MÚSICA QUE BLANDEN NOS DICE CÓMO PIENSAN

Cuando a Zapatero y demás prebostes del PSOE les pedían en los cuestionarios de los suplementos dominicales que citasen sus tres canciones favoritas, había una que se repetía invariablemente: "Meditarráneo" de Joan Manuel Serrat.
Hoy Serrat nos regala en la prensa una de sus sesudas reflexiones:

"Yo he pasado por delante de una charcutería, he agarrado un chorizo y me lo he llevado, de forma que el charcutero me ha dicho 'oiga, que hay que pagarlo', yo le he contestado 'pues usted perdone, ¿qué le debo?'. Me parece que con los artistas tendría que pasar lo mismo, y no sé por qué se producen situaciones tan confusas y difusas sobre la propiedad intelectual; lo ignoro, pero yo, hasta la fecha, tengo que pagar por todo lo que uso y consumo".

¿Acaso no son unas declaraciones que podrían haber emitido, y seguramente también lo hayan dicho, cualquiera de nuestros por desgracia ni confusos ni difusos Ministros?

CALLEJEROS VIAJEROS

Haciendo turismo protolaboral involuntario, es decir, trámites que no sirven para nada, termino dando vueltas por Getafe Norte hasta que encuentro, tachan tachan... la Calle Elvira Lindo. ¡Existe! ¡La he pisado!
Como es costumbre local dar a las calles de un barrio nombres interrelacionados y se trata de una zona todavía en proceso de edificación, quiero hacer las siguientes propuestas que sin dudarlo marcarían un hito histórico: Calle Académico Muñoz Molina; Calle de Su Majestad Javier Marías I; Calle Rosa Montero, Escritora y Guía de la Humanidad en su Conjunto; Calle Juan José Millás, Maestro de Maestros y Héroe de la Radiodifusión Española; Calle Juan Cruz, Persona Interesante Donde Las Haya; Calle Daniel Anido, Mejor Empresario del Año 2010; y Calle Juan Luis Cebrián, Jefe de Profesión e Inventor de la Cultura.
Finalmente, creo que:
1. Quizá exigir la desaparición del nomenclator franquista no era tan buena idea.
2. Sus nombres emblemáticos describen un país.
3. Aquí nunca se abrirán las avenidas o las alamedas por las que pase el hombre libre, ni más temprano ni más tarde.

martes, 25 de enero de 2011

DEMOCRACIA A LA ESPAÑOLA

Informa Gara de que la fiscalía solicita tres años de prisión para los autores de... ¡una pintada! Una pintada contra el TAV en un tranvía de Bilbao.
Establecer, ley Sinde mediante, una Comisión Ministerial de Censura de Internet parece no una excepción, sino un acto absolutamente coherente con esta forma de Estado.

http://www.gara.net/azkenak/01/245042/es/Piden-tres-anos-prision-pintadas-contra-TAV

lunes, 24 de enero de 2011

"LE NOISE", SEGUNDA ESCUCHA

El poder taumatúrgico de la electricidad te absorbe, redime todo lo que existe en este preciso momento, lo envuelve para ti. Neil Young lo ha conseguido, el día de mierda de hoy se resquebraja. Ahora ya es solo el día a partir del cual la invocación de este disco me fue concedida.

HISTORIAS DEL PUTO PARO (II)

No somos trabajadores, somos excluidos.
Los trabajadores son los que nos miran por encima del hombro.
Los que también nos oprimen.
Los trabajadores son ciertamente muchas veces nuestros enemigos.

"LE NOISE": VUELVE EL NEIL YOUNG VISIONARIO

El proyecto inicial prometía ser uno de sus escasísimos discos mediocres: Neil solo, sin banda y con guitarra acústica, un coñazo pastoral, cosas de la edad. Pero le dio la vuelta: absolutamente solo y la guitarra enchufada, marasmos de electricidad trovadoresca. "Harvest" con capas y capas de suciedad reveladora, movilizadora. O el incomprendido "Dead Man" (pausa: una loa para Jim Jarmusch), pero bien hecho, estructurado y con canciones.
"Le Noise". Tan adelantado a su tiempo como "Rust Never Sleeps".
Y lo increíble sucede. ¡Este hombre lleva fabricando cada década varias obras imprescindibles desde 1966!

HISTORIAS DEL PUTO PARO (I)

Hoy una más. Humillación, incompetencia, prepotencia y como no pienso pasar por esto, cuando insisto en interponer una queja escrita, nadie es responsable. Dos organismos públicos que dicen no tener ninguna relación con documentos imperativos que van sellados por ellos mismos. Al final quien ejerce de "autoridad pública", parecen asegurar con absoluta normalidad, resulta una empresa privada subcontratada. Enfrentamiento con el capullo coaccionante de la empresa. Como supuestamente no tenemos nada que hacer, se arrogan el derecho consuetudinario a fastidiarnos.
-2 grados en el exterior. Una mañana más de cólera. Motín abortado, indiferencia sobrevenida. No me prendo fuego a lo bonzo porque, aunque morirse no importe demasiado, debe de doler bastante. Además, hacer eso en Madrid queda un poco cutre, ¿no? Y los parados tenemos un arraigado sentido del estilo. Y como santo patrón a Eddie Van Halen, que también perdió años enteros de su vida, pero seguía siendo capaz de hacer tapping como nadie.
Mejor no arder, seguir aquí. Así cuando reventéis cabrones haremos tapping sobre vuestras tumbas.

miércoles, 19 de enero de 2011

ODIO A LOS QUE SE BURLAN DE MIS HÉROES PERSONALES (Variaciones)

Odio a los que piensan que Izzy Stradlin era algo así como el Ringo Starr de los Guns n´Roses. Sin el legendario Izzy, Guns n´Roses nunca hubiesen sido nada remotamente parecido a Guns n´Roses.
Odio a los que se ríen de Barry White. Para mí, escuchar a Barry White es como bajar de casa a comprar chocolate. ¡La música no tendría sentido sin Barry White!
Odio a los que consideran que David Bowie tiene talento y no les importa quién carajo fue Mick Ronson.
Odio a los que dicen que Status Quo repetían siempre la misma canción. Joder, ¡vaya canción! Esa era la fórmula de la felicidad instantánea y no consumir bebidas imperialistas...
Veo que odio a demasiada gente. Menos mal.

SUPERESTRUCTURAS AL CUADRADO

La poesía de la experiencia fue la poesía de la socialdemocracia.
El brit pop hizo de banda sonora del nuevo laborismo.
La consultoría consiste en gente que no sabe escribir haciendo informes para gente que no sabe leer.
No sé si ahora dejan fumar en la cola del paro. Pero sí en las cárceles y en los psiquiátricos.

FRAGMENTOS

Alan intentaba comprender el teorema de la imposibilidad de Arrow.
Marc estaba en la tercera semana de un curso de formación a exactamente 1,5 unidades en la escala de Richter de su punto de implosión.
François tenía un nivel intermedio de cantonés hablado y escrito.
Giorgio se presentó a un casting para un reality show subacuático.
Kurt era un experto en antropología urbana no demasiado posmoderno.
Andreas honraba la costumbre de llevar sus zapatos increiblemente limpios.
Paulo pelaba patatas con una periodicidad constante de 2,3 minutos para cada tubérculo.
Todos murieron igual de infelices.

HOMENAJE AL PUEBLO TUNECINO

Escribió Jan Palach, un poeta checoslovaco que también se inmoló en la era de la revuelta:

Yo me atrevo porque
tú te atreves porque
él se atreve porque
nosotros nos atrevemos porque
vosotros os atrevéis porque
ellos no se atreven

SE CONFUNDEN DOS VECES...

Los que continúan hablando de la imposición del neoliberalismo como si todavía estuviésemos a mediados de los años 90. El Gabinete de Rubalcaba implica que el PSOE ha entrado en una fase paramilitar de sus políticas; y la contradicción principal que define la coyuntura reside en la naturaleza criminal de este Gobierno.

sábado, 15 de enero de 2011

ACTITUD

De la misma forma que el comunismo no es estrictamente una ideología, sino un movimiento, un movimiento multiforme que busca la emancipación social en todos los órdenes, la actitud no es una taxonomía; la actitud no se describe sino que se exalta, o se exalta a veces.

Para mí, en ese continuum de las cosas a las que se aspira porque valen la pena, hubo al menos cuatro momentos de una intensidad epistemológica afilada:
Jerry Lee Lewis/Jimi Hendrix. Vida incandescente indescifrable. Prender fuego y atraer al mismo tiempo. Instinto de creación, única Patria.
The Sex Pistols (o antes en secreto los Stooges). El aullido cósmico. Lo escuchas, tienes trece años y ya sabes lo que te espera. Nada volverá a ser lo mismo. Nunca nada volverá a ser lo mismo.
David Lee Roth. Descubrir excesivamente un nuevo camino. Quien no se haya sentido al menos unos segundos David Lee Roth no debería pisar tierra sagrada. Reescribo: Quien no haya sido capaz de sentirse David Lee Roth por unos instantes pisaba tierra sagrada y no lo supo.
Johnny Cash. Lo más difícil. Absolutamente quieto, condensarlo todo en un solo músculo. El gesto mínimo que delata la pureza. De negro y orgullosos, tratando de mirar a través de una eternidad que guiña el ojo.

No hay listas cerradas, hasta falta James Brown y otros tantos de los nuestros.

Pero Creemos en la actitud y Harvey Keitel es nuestro Profeta. Y eso es lo que cuenta.

SE CONFUNDEN

Estoy de acuerdo con Fraga cuando dice, en su intermitente lucidez, que el PP no es un partido de derecha y que no busca representar a los ricos. El PP es exactamente un partido del sistema como cualquier otro, que quiere que le voten todos o cuantos más mejor e intenta gobernar para los de siempre. Los que mantienen lo contrario son deudores del influjo de la neohegemonía discursiva que Zapatero intentó trasladar a la sociedad, con un significativo éxito de público hasta principios de 2010. Se trataba, con el paupérrimo, pobremente argumentado y patéticamente escrito libro de Latkoff "No Pienses en un Elefante" como obra de cabecera, de trasladar a la dinámica bipartidista del Estado Español los ejes de competencia política de los partidos demócrata y republicano en EEUU.
Los estadounidenses han tenido graves problemas históricos para identificar lo que era, en el siglo XX, la ideología. Esto no es una carencia, sino una peculiaridad; tampoco podían identificar lo que era un Estado, o lo que el resto del planeta entiende por un Estado. Por eso, durante la inundación de New Orleans, el Gobierno dio orden a sus habitantes de abandonar la ciudad... en sus vehículos privados, si los tenían, en lugar de organizar logísticamente la evacuación. O, durante el vertido de petróleo, ordenó a BP que solucionase el problema con sus propios medios, absteniéndose de cualquier intervención pública material y efectiva. En conclusión, los estadounidenses no podían saber lo que era un Estado en cuanto a su actuación política en su espacio de soberanía interior porque carecían de él. Y lo mismo sucedía con el concepto clásico de ideología, que aunque contase con una dimensión axiológica de la que se desprendía un proyecto de organización social, se visibilizaba en el plano comparativo (o, si se quiere, dialéctico), por ese motivo se desplazaba históricamente, pero se hacía comprensible a lo largo de un eje a pesar de sus discontinuidades y rupturas. Al no conseguir encontrar claves en el ámbito político partidista a partir de las que inferir un concepto de ideología, por ausencia de esa tensión dialéctica en la dinámica política ordinaria, los estadounidenses interpretan la ideología simplemente como votar a uno u otro partido. Así, votar demócrata o republicano o bien se transmitía familiarmente o bien se decidía en la fase de juventud, y esta identificación emocional solía estar dotada de una cierta estabilidad, al menos entre aquellos que se registran y votan, que no dejan de resultar una minoría de la población. Como las identificaciones emocionales no se sustentan en el vacío, a unos y otros se les adjudican determinados valores. Pero no se trata de valores ni ideológicos ni políticos, sino personales, prácticamente íntimos. Es decir, las personas tienen diferentes actitudes individuales ante la vida, pero no la vida pública, la organización de la sociedad, etc., sino ante su propia vida privada. En resumen, los votantes se identifican con un partido que les representa a ellos porque aparenta compartir sus actitudes a la hora de afrontar sus problemas cotidianos en su ámbito exclusivamente privado. Un ámbito privado, por otra parte, que es amplísimo, ya que el Estado apenas si existe, por lo que no estoy diciendo que sean votantes irracionales en absoluto, únicamente tienen pautas de elección difíciles de comprender para los foráneos.
George Latkoff, que cobra del Partido Demócrata (y, no hay que olvidarlo, uno de los dos politólogos de referencia de Zapatero), considera que el Partido Republicano representa a las personas que valoran el orden y la autoridad; mientras que con el Partido Demócrata se identifican aquellos que comparten un espíritu abierto, la tolerancia y el respeto, o algo así, porque ni siquiera es capaz de describirlo bien. Si cobrase del Partido Republicano, Latkoff (o su alter ego) posiblemente diría que el Partido Republicano representa a las personas corrientes y el Partido Demócrata a los elitistas snobs.
Orden y autoridad Vs. tolerancia, empero, no en cuanto a piedras angulares sobre los que los ciudadanos sustentan un pensamiento político y fundamentan el orden social en su conjunto, sino valores que guían sus relaciones familiares y que trasponen al ámbito político sin más. De la misma forma que los economistas hegemónicos consideran que administrar la economía de un Estado es idéntico a administrar la economía de una familia... Pues quizá sí, la política estadounidense se basa en los valores familiares para construir la gran familia americana, garantizar el american way of life y perseguir el sueño americano.
¿Cuál es la diferencia con la política europea? En el siglo XX, ésta se basaba en la competición política entre izquierda y derecha. Sin entrar ahora en su dimensión axiológica o lo que quiera que fuese, lo que importa a estos efectos es que los ciudadanos votaban o apoyaban a partidos de izquierda porque ellos eran de izquierda, y sobre todo, eran capaces de definir lo que era la izquierda.
[Considero que la izquierda europea ha desaparecido primero a efectos electorales, después a efectos políticos y finalmente incluso a nivel de pensamiento. Y no pretendo ni presentarme como el último (derradeiro) izquierdista, ni tampoco en el otro extremo negar que las ideologías de izquierda tengan algún sentido político o filosófico actual. Es una cuestión que ha dejado de importarme demasiado, si ya no puedo ser de izquierda no lo soy y a sobrevivir o a destruir el capitalismo por otro lado, según el estado de ánimo... -el punk es un estado de ánimo-].
La política europea, retomo, ha perdido la materialidad de la competencia electoral entre izquierda y derecha, pero al no haberla sustituido por cualquier otra dimensión, mantiene esos términos como eje estructurador discursivo. Los ciudadanos, cada vez más, en lugar de votar a partidos de izquierda porque ellos mismos se consideraban como políticamente de izquierdas, invirtieron la ecuación. Suponían que eran de izquierda porque votaban a partidos que decían que eran de izquierda, sin importar lo que esto quisiese decir. Los partidos institucionales, encantados de convertir la izquierda en un significante sin significado. Y un término, izquierda, que sobrevivía como vestigio de la era ideológica, del siglo XX. Después de todo, ser de izquierdas porque votan (o, ya, votaban) al PSOE (o más minoritariamente a IU) significa lo mismo que ser republicano porque votan al Partido Republicano, y ahí hablar de la izquierda o la derecha no aclara nada, sino que lo enturbia.
El proyecto estratégico de Zapatero desde 2004 se basó en lo anterior, en apuntalar una tendencia todavía incipiente para establecer una competición política basada en ejes emocionales. Con su particular entusiasmo, el PSOE desbordó esa identificación hasta atribuir al rival características absolutamente maniqueas. Y aquí, los votantes de la izquierda emocional se convirtieron en más irracionales que los del PP, dado que odiar a un Presidente y a un Gobierno tiene un aroma de hecho natural y casi iusnaturalista, en contraposición a odiar a unos políticos del PP que, estigmatizados en la oposición, pintaban más bien poco.
Pero el proyecto Zapatero tenía una segunda fase de americanización de la competencia electoral (y hasta una tercera). Había que resemantizar la izquierda. Y llegó la política del talante. Que no dejaba de ser idéntica a la propaganda bien pagada de Latkoff: espíritu abierto, tolerancia, blah blah blah. Tolerancia no social, sino personal, de Zapatero lui même y de su gabinete supuestamente de diseño (porque ellos hasta creían que eran glamourosos). Los rivales, por supuesto, definidos como fantasmas del pasado, enemigos de la modernidad y fuente de todo mal porque sí.
Como hasta 2010 algo había que hacer, aunque la agenda legislativa de la primera legislatura fue escasísima, encontraron su inspiración en el liberalismo político anglosajón, quizá en su segundo politólogo de referencia, el oscurísimo Philip Pettit, y en el Partido Demócrata, ya investido desde Bill Clinton como faro de la Internacional Socialista. Dado que se suponía que la izquierda del siglo XX algo tenía que ver con los derechos sociales, resemantizaron los derechos sociales. Y a lo que en EEUU se le ha llamado siempre derechos civiles, los rebautizaron como derechos sociales. Aquí hay incluso que defender muy tenuemente al Partido Demócrata, puesto que su reivindicación (en este caso retórica) de los derechos civiles tiene un fundamento histórico, la segregación racial, y una función electoral relevante.
Para Zapatero, los derechos civiles constituían el corolario de la cuestión del talante, es decir, una forma de marketing político. La definición de la política como talante, por lo demás, era una estupidez presidencial a la altura de su definición de la economía como un estado de ánimo (y solo hay que ver cómo están la política y la economía).
Hay que recordar que los derechos civiles no cuestan dinero, son derechos legales individuales, mientras que los derechos sociales se orientan al bienestar social, y sí, cuestan dinero y exigen una redistribución de la riqueza. Además, los derechos civiles de Zapatero y que éste llamaba sociales se dirigían a exiguas minorías, se limitaban a publicar algo, cualquier cosa, por cierto muy mal redactada, en el BOE (el BOE es gratis) y a partir de ahí crear imagen, buscar la polarización social y construir talante (o buscar los resquicios de la intolerancia del rival gratuitamente).
Volviendo finalmente al título: Se confunden. ¿Quiénes se confunden? Los que creen que el PSOE hace las políticas del PP. Los que se muestran prisioneros de esa resemantización política instaurada por Zapatero, que consciente o inconscientemente se han insertado en el campo de lo que desde 2004 se ha redefinido como izquierda, que se apresuran a otorgar actitudes individuales y no sociales a unos y otros, en fin, que perciben a los integrantes del PP como intrínsecamente perversos.
¿Y si en realidad los del PP son malos? Decía Mark Twain, creo, que "los malos descansan, los idiotas jamás". No me aventuro en la disquisición acerca de si los integrantes del actual Gobierno son malos o no, pero desde luego hay suficiente evidencia empírica de que son idiotas.

domingo, 9 de enero de 2011

REFERÉNDUM EN SUDÁN DEL SUR

Desconfío de un país que ni siquiera tiene nombre. Sólo petróleo y geografía.
(Y amigos sionistas).