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Cuando la realidad quiebra y el escaso pragmatismo pierde el lugar en el que se escondía para dar órdenes a veces.
Cuando la locura amenaza desde un país del otro lado de la frontera.
Cuando el discurso se agota, el engaño de utopía necesaria huye y las palabras recitadas o gritadas quincenalmente se desploman.
Cuando Zapatero te insulta, la Cope no te consuela y hasta La Razón (el diario) te abandona.
Entonces... Entonces... Entonces mejor tumbarse en el sofá y ponerse a ver la tele.

ATADOS DE PIES Y MANOS

La triple Santa Alianza entre Israel, Arabia Saudí y EEUU cada vez tiene más epígonos regionales que se reclaman de Al Qaeda: Estado Islámico de Iraq, Jund Allah y las Brigadas de Ahwaz en Irán, Fatah al Islam y Jund al Sham en Líbano y, ahora, Jund Ansar Allah en Gaza. Estos engendros neosalafistas (takfiríes), creaciones directas de aparatos de inteligencia foráneos, actúan intermitentemente según los intereses de la agenda sionista, y en el caso de Gaza (no podría ser de otra forma), con intermediación de Al Fatah. La cobertura directa de Arabia Saudí de estas operaciones ha llevado a la resistencia islámica a un callejón sin salida. No se atreven a enfrentarse a Arabia Saudí por temor a dañar su propia legitimidad religiosa, cuando sólo derrocando el régimen impío de la Casa de los Saud, o en su defecto sometiéndolo a aislamiento, se podrá desbaratar la estrategia israelí.
No obstante, la estructura de poder saudí, que trasciende las fronteras del Reino, va mucho más allá de estas minúsculas células terroristas (la rama sionista de Al Qaeda). Se trata de un vasta red internacional que incluye Gobiernos árabes en mayor o menor medida satelizados, importantes medios de comunicación, multitud de intelectuales ex-izquierdistas a sueldo, bancos, fondos de inversión, la Liga Islámica Mundial y su pléyade de ulemas, imames y mezquitas... controlando regionalmente buena parte de la clase política, los negocios, la información y la religión. Una descripción muy alejada de la tradicional imagen reduccionista de un par de miles de Príncipes corruptos e ignorantes y un desierto con petróleo. Es preciso desmontar esa ingente estructura para lograr la victoria del Islam (del Islam de la resistencia), pero también resulta comprensible que quien, con medios precarios, lleva el peso de frenar a EEUU e Israel, no tenga capacidad efectiva para abrir este tercer frente que se le volvería mortífero.

DEL ESTADO DE EXCEPCIÓN AL ESTADO DE SITIO

Hablo, evidentemente, de Euskal Herria, donde se ha pasado de la persecución colectiva del independentismo político (Estado de excepción) a la persecución individual de todos los independentistas (Estado de sitio). Paralelamente, el Gobierno bipartito del Frente Español impulsa un amago de genocidio lingüístico que adelanta planes para un etnocidio identitario profundo. Ambos crímenes, por supuesto, se encuentran conectados. Porque cuando se acude al Estado de sitio en ausencia de una situación prerrevolucionaria o de una contrarrevolución, se busca aplastar a la disidencia subsistente con el objetivo de facilitar la masacre cultural del conjunto de un pueblo. Pero, por más que lo intenten, no saben cómo matar a un pueblo. Serán, como exclamaba Castelao, imperialistas fracasados, aunque en su camino a ese fracaso traen dolor, impotencia; dolor, ahogarse en un silencio herido para nosotros. Nosotros que tenemos por único horizonte la dominación sin defensa, el Estado de sitio.

38 GRADOS

Té con hielo y David Lee Roth al máximo volumen. Una pena que el paisaje no acompañe, pero el entorno no deja de ser un estado mental manipulable y los objetos de alrededor recipientes dispuestos a inventar significados, cosas que en lugar de permanecer aquí se transporten a un espacio oblicuo, a la tierra prometida en la que todo pueda salir bien y con Diamond Dave se promulgue la felicidad asfixiante del clima y de estar vivos.

POEMAS QUE SE LEEN AL REVÉS

"Como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia"
(Gil de Biedma)

La teoría socialista (la misma que rechaza la existencia de fenómenos paranormales) constata, con Lenin, que hay que destruir (zerbechen) el Estado burgués, para, acto seguido, construir la República Socialista.
Yo, como soy un poco vago, siempre pensé que mi tarea consistiría en ayudar a destruir el Estado burgués y después ya dejarles construir a otros. A otros, también, no imbuidos en lo más profundo del delirio destructor, de la maldad obligatoria de tener que resistir y querer dinamitar. (Y, mientras ellos intentan construir, retirarme justificadamente cerca del mar a leer jurisprudencia islámica y escribir sobre sociolingüística).
Pero esos tiempos, esos deseos, ya pasaron, y aun así Lenin no dejaba de tener razón, sólo que el pensamiento colectivista quedó atrás, por lo que las lecturas posibles se convirtieron en individuales, y por eso (Gil de Biedma) seguramente tenga que culminar mi autodestrucción para después, una vez visitada y revisitada la cúspide del horror y las ruinas, sólo después, quizá después, empezar por fin a hacer algo.

TERRITORIO LIBRE DE AMÉRICA

"Ahora, esta masa anónima, esta América de color, sombría, taciturna, que canta en todo el Continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir. Porque ahora, por los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad o en el tráfico de las ciudades o en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de razones, con los puños calientes de deseos de morir por lo suyo, de conquistar sus derechos casi quinientos años burlados por unos y por otros. Ahora sí, la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados de América Latina, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia. Ya se les ve por los caminos un día y otro, a pie, en marchas sin término de cientos de kilómetros, para llegar hasta los «olimpos» gobernantes a recabar sus derechos. Ya se les ve, armados de piedras, de palos, de machetes, de un lado y otro, cada día, ocupando las tierras, fincando sus garfios en la tierra que les pertenece y defendiéndola con su vida; se les ve, llevando sus cartelones, sus banderas, sus consignas; haciéndolas correr en el viento por entre las montañas o a lo largo de los llanos. Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron. Porque esta gran humanidad ha dicho: «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera, irrenunciable independencia.
¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!"

El pueblo de Cuba. La Habana, Cuba, territorio libre de América, 4 de febrero de 1962.
Fidel Castro Ruz

NOAM CHOMSKY, OH ILUMÍNANOS

Sostiene el intelectual vivo más citado en internet que está de acuerdo con la afirmación de Condoleezza Rice de que la política exterior del Gobierno de Obama es idéntica a la de la Segunda Administración Bush.
Noam Chomsky, Noam Chomsky, ¿¿necesitabas que Condoleezza te lo dijese para darte cuenta??
"Chomsky escribirá probablemente en el futuro sobre los genocidios imperialistas de Obama. Le votará y no asumirá responsabilidad alguna". (Alí Omar, octubre 2008, modo profético fácil).
¿Qué se le responde al Señor Noam? Coro de niños y niñas a lo Pink Floyd/Alice Cooper: "I don´t care! I don´t care!"
"And I don´t care about you..."

VACACIONES

Escucho el "Appetite for destruction" todos los días. Y, en los días malos, dos veces, para compensar.