DEL ESTADO DE EXCEPCIÓN AL ESTADO DE SITIO

Hablo, evidentemente, de Euskal Herria, donde se ha pasado de la persecución colectiva del independentismo político (Estado de excepción) a la persecución individual de todos los independentistas (Estado de sitio). Paralelamente, el Gobierno bipartito del Frente Español impulsa un amago de genocidio lingüístico que adelanta planes para un etnocidio identitario profundo. Ambos crímenes, por supuesto, se encuentran conectados. Porque cuando se acude al Estado de sitio en ausencia de una situación prerrevolucionaria o de una contrarrevolución, se busca aplastar a la disidencia subsistente con el objetivo de facilitar la masacre cultural del conjunto de un pueblo. Pero, por más que lo intenten, no saben cómo matar a un pueblo. Serán, como exclamaba Castelao, imperialistas fracasados, aunque en su camino a ese fracaso traen dolor, impotencia; dolor, ahogarse en un silencio herido para nosotros. Nosotros que tenemos por único horizonte la dominación sin defensa, el Estado de sitio.