"Como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia"
(Gil de Biedma)
La teoría socialista (la misma que rechaza la existencia de fenómenos paranormales) constata, con Lenin, que hay que destruir (zerbechen) el Estado burgués, para, acto seguido, construir la República Socialista.
Yo, como soy un poco vago, siempre pensé que mi tarea consistiría en ayudar a destruir el Estado burgués y después ya dejarles construir a otros. A otros, también, no imbuidos en lo más profundo del delirio destructor, de la maldad obligatoria de tener que resistir y querer dinamitar. (Y, mientras ellos intentan construir, retirarme justificadamente cerca del mar a leer jurisprudencia islámica y escribir sobre sociolingüística).
Pero esos tiempos, esos deseos, ya pasaron, y aun así Lenin no dejaba de tener razón, sólo que el pensamiento colectivista quedó atrás, por lo que las lecturas posibles se convirtieron en individuales, y por eso (Gil de Biedma) seguramente tenga que culminar mi autodestrucción para después, una vez visitada y revisitada la cúspide del horror y las ruinas, sólo después, quizá después, empezar por fin a hacer algo.
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