Durante las crisis el sistema vende poesía. Durante las guerras, emociones motivadoras. Un viejo texto laudatorio vincula la escuela del franquismo con la emoción: educación, instrucción y emoción. El comeback de los años treinta disparado, con sobredosis tecnológica.
Galeano reivindicaba el derecho a soñar. Viendo el proceso de producción de sus libros, sabemos que Galeano soñaba sus textos desde el estudio metódico. Ahora, el sistema obliga a soñar mientras prohíbe razonar. Porque su huída hacia delante hacia la dictadura perfecta debe eludir la realidad inmediata. El doble rostro de Jano que, entre pasado y futuro, desprecia el presente.
La búsqueda de la dictadura perfecta es la búsqueda del crimen perfecto. Solo existe en la imaginación del autor o en el aumento de la escala de lo perpetrado. Solo existe cuando el crimen se comete sobre la colectividad en su conjunto, y sale bien.
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