viernes, 21 de septiembre de 2012

LA DISTOPÍA ES AHORA

Vivimos la era de la distopía.
En el tiempo de la distopía no cabe la organización colectiva, salvo como decorado inexpresivo irrelevante.
En el tiempo de la distopía no se admite más que héroes individuales de destino trágico, existencia ignota, entremezclada en la ficción, difícil de documentar.
En el tiempo de la distopía el orden social es inimpugnable; no se puede ganar ni empatar, sólo aceptar (o sufrir).
En el tiempo de la distopía la rebelión fue una incógnita arbitrariamente eliminada en la ecuación de vivir.
En el tiempo de la distopía la rendición es el único horizonte conocido que no implica ser ellos.
Yo ya me he rendido, ¿y tú?

1 comentario:

Anónimo dijo...

O malo é que "eles" nunca entenderán que a rendición pode ser un xeito de distancia. E nunca a verán como o resultado dunha decisión. E acaso nos importa o que "eles" poidan pensar? Pois claro que nos importa, por desgraza. Saúde.