martes, 10 de abril de 2007

INVARIABLE... (collage)

Lo peor de volver es cruzar el desierto, una vez transpasada la frontera de la Quinta Provincia, de la República Popular de nuestro anhelo. Atravesar la desolación; el vacío moral y material. Espiritual y geográfico.
Acostumbrarme de nuevo a ese idioma extranjero con el que convivo desde que nací. La ajenidad absoluta, retomar las armas, prepararme para un combate siempre pospuesto. Retomar, primero, las armas de la dialéctica.
Por muchos años que pasen, entrar en Madrid, incluso desde el hastío, continúa impactando. Primero la cruz del Valle de los Caídos, después el Arco de la Victoria de Moncloa (que, ingenuo de mí, por un tiempo llegué a confundir con la Puerta de Alcalá), y finalmente el banderazo de la Plaza de Colón. No sólo es rancio, no sólo apesta, es que es hasta un tanto tenebroso. Opresivo. Pero no me da miedo, porque los celtas, como Obelix, sólo debemos temer a una cosa: Que el cielo se caiga sobre nuestras cabezas. Eso sí, tras esta bienvenida, nadie podrá decir que no le avisaron... España, España, España. Esa eternidad.
(Unos pocos se empeñan en repetir que también existe el Madrid del No Pasarán, del 14 de Abril... Y yo vivo en el cinturón rojo, no te jode. Me gusta más el lema de "Madrid será la tumba del fascismo", porque muchos fascistas sí que hay y seguramente en este lugar los inhumarán, de muerte natural, dejando copiosa descendencia...)
Y aquí estoy, invariable, en esa espiral de autodestrucción que conduce a la victoria, porque la espiral es el símbolo céltico de Galiza y es también la forma de la dialéctica, de la vida, una espiral que tiende al infinito igual que las revoluciones tienden al infinito, mi viejo Mao, Pastor del Este, Heráclito-Confucio-Mao de todas las cosas y de todos los ríos de mi país, que me dice que esta espiral, aun de autodestrucción, conduce a la victoria, Gran Jefe Indio Seattle, in the spirit of Leonard Peltier and Crazy Horse
[and Free Mummia Abu Jamal]
Mientras escucho al gran guitarrista galaico Frank Poncho Sampedro, perpetro este forzado retorno, quizá interludio de eso en lo que no dejo de pensar: la huída, la huída necesaria, la huída aplazada del Nunca Jamás
[Hamas, Hamas]
Invariable, entro en la ciudad y me convierto en el colonizado, el outsider indígena, y decía Steve Bicko, nuestro gran mártir de la negritud, que "la colonización empieza en la mente del colonizado", pero el camarada Bicko ya pasó y me pregunto si, ya que nada puede hacerse aquí (y he dicho aquí y sólo aquí), no sería mejor no saberlo, evitar el dolor de una derrota en la que ni siquiera estuvimos, no saber, erigirme en el colonizado feliz, desconocedor de un status que a pesar de todo nunca le abandonará. Porque nos odian y, mientras puedan, lo expresarán de la forma más vil, ignorándonos, callando esa exclusión salvaje.
Decía Adrian Hastings, un monje inglés, que España se funda sobre el genocidio, la limpieza étnica de indígenas, judíos y musulmanes (y gallegos, "a doma e castración do Reino de Galiza", querido Hastings, doma y castración, así le llamaron ni más ni menos). En otro tiempo el alma provocadora estallaba en un G.E. (m), el Gran Espíritu que militaba en el cuerpo del colonizado incontrolable; los tiempos de la Quinta Asamblea, de la Quinta Provincia.
Nada importa. Moral de supervivencia. Maquiavelo subversivo. Abro una cerveza y me adentro en los dominios de la Princesa Valium, de la metáfora de aquellos de mis días que no quiero que existan. Y no lo hacen. Tampoco los demás lo hacen.
Pero me guarda Prisciliano, nuestro protomártir galaico que está en todas partes, en todos los cruces de caminos, y me guarda Ibn Arabi, santo patrón de los locos y los colgados. Después de la fe, soy tan incorregible que hasta creo.
[Y a mí lo que me gustan son los Public Enemy
los Public Enemy
los Public Enemy]
Por unha Galiza ceibe e socialista,
Alí Omar, abril do 2007

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu lo que quieres
es que te coma el tigre
que te coma el tigre
que te coma el tigre...

Nombre y Apellidos

Anónimo dijo...

Que te den en el Nombre y que te den en los Apellidos.

Ali Omar

Anónimo dijo...

Recupero una de mis frases:

"Métase el dedo en el culo a ver si se ofusca"

Por cierto,"Muere el novelista Kurt Vonnegut a los 84 años"


Nombre y Apellidos

A.O. dijo...

Es que esa mierda no me va, isleño ofuscado!!!