lunes, 23 de abril de 2007

¿DESEXISTIR?

La nostalgia es una vía muerta hacia el vacío. La nostalgia, la Patria del Adiós. Esa resurrección inmunizada de las antiguas creencias. Tan controlada como muerta; que sólo refleja una negación sublimada que trata de ocultarse para no entorpecer el desarrollo dialéctico del acontecimiento, de lo que sucedió sin desearlo, de lo que todas las absurdas alfombras de cualquier rellano alquilado no alcanzarían a esconder: La derrota, la vergüenza de haber perdido sin la dignidad suficiente... El tren cuyo motor se quema y sólo da para pensar: qué mala suerte, esperar dos horas hasta que traigan el siguiente. ¿Y qué es el siguiente tren? Un sucedáneo. Pero no tiene importancia. Todos somos japoneses. No distinguiríamos la copia del original. Se nos borraron las referencias. Se nos extravió aquella alma.
Aunque existen remedios. Al menos cuatro remedios. AC/DC, Status Quo, los Ramones y Motörhead. La misma canción que no pierde su intensidad. Que a cada paso, aun a modo de dèja-vu, es recibida como buena nueva feliz. Porque la hicimos propia. Nos pertenece como Patria liberada. Y porque de poco a poco nos salva. Intenta salvarnos en los minutos de descuento, ignorante de que el árbitro finalmente nos condene. Ese árbitro irrisorio, incapaz de imaginar que hubo un tiempo en el que no teníamos ni jueces, ni amos, ni verdugos. Y que el ruído atroz del silbato sobre el cuello todavía nos hace sonreír en homenaje a lo que fuimos...

1 comentario:

Don Toni dijo...

De acuerdo en todo, solo que cambio a Status Quo por Bad religion, que además "son de los nuestros" -ya sabe, la bizarra izquierda norteamericana.