PEQUEÑA GNOSIS INTERIOR

En cuanto veo una derrota, me tiro a ella de cabeza. Derrotas materiales con reverso de victoria moral. Mis favoritas. No, no quiero que me laven el cerebro, que me suban al carro de los vencedores. La mecha se está agotando y ahora me niego sobre todo por inercia. Por cabezota. Porque no me importa morirme lo más mínimo. Cuando se me acabó la esperanza, encontré buenas razones para seguir perdiendo...
En cuanto veo una derrota, el imán comienza a funcionar. Se convierte en algo casi trascendente. La negación absoluta. Un minúsculo simulacro mental de martirio que no me pertenece. Nada me pertenece. Demasiado tarde. Demasiado tarde...
Allá en el fondo, un enterrado re-verso dialéctico. Uxío Novoneyra: "sabemos que ti podes ser outra cousa / sabemos que o home pode ser outra / cousa". Entonces, vuelvo a esperar por todo lo que nunca me abandonó, por todo lo que una vez amé. El rock n´roll me acompaña por unos instantes, y viajo a Galiza, junto al mar, a Siria, el territorio mítico, y viajo a Brianna... Efímeramente, me descubro poderoso y feliz aún perdiendo. Y sé que valió la pena.