jueves, 24 de mayo de 2007

HISTORIAS DEL LÍBANO (2)

Las teorías de la conspiración tienen muchísimos adictos en los países árabes. En Líbano hay versiones para todos los gustos, con una salvedad: las que colocan en el origen de todos los acontecimientos a EEUU e Israel suelen ser ciertas o bien quedarse cortas.
Los cristianos maronitas, que monopolizaron el poder hasta 1975 y desencadenaron la guerra civil, culpaban de todo a los árabes (al parecer ellos hablan árabe pero no se consideran árabes en sus fantasías de superioridad); en particular, responsabilizaban de cualquier cosa a los palestinos y, más tarde, a los sirios. Desde hace dos años, a esta visión se ha sumado el Gobierno, ese conglomerado de "milicias" suníes (Saad Hariri), drusas (Walid Jumblatt) y maronita-falangistas (Samir Geagea). Tras cualquier asesinato político, bomba o acto violento que tiene lugar en el país, le sucede invariablemente la detención de un sirio y un palestino (el enemigo interno). Las milicias gubernamentales han matado impunemente a más de 30 trabajadores inmigrantes sirios a lo largo de los últimos meses. Ahora, a masacrar palestinos. Intentan construir un nuevo Líbano como protectorado estadounidense que base su identidad nacional en la xenofobia popular antisiria, antipalestina y antichií.
Sin duda, lo más triste es el silencio absoluto de Hizbollah ante estos acontecimientos, el asqueroso tributo a pagar por entrar a formar parte de la "normalidad" libanesa. Sólo dos personalidades políticas han denunciado hasta el momento los bombardeos del Ejército a los más de 30.000 habitantes del campo de refugiados de Nahr al-Bared: Osama Saad (un nasserista suní) y Suleiman Frangié (un maronita del Norte).
¿Les cobra Israel a los soldados libaneses derechos de autor por ametrallar a las ambulancias que pretendían entrar a evacuar a los heridos? ¿Dan royalties los políticos libaneses de Gobierno y Oposición a George Bush por repetir hasta la extenuación el "We support our Troops"?
Líbano es el sueño de cualquier teórico de la conspiración porque encuentra unas bases verídicas incomparables. Por ejemplo, Fatah al-Islam, el grupo de yihadistas a los que presuntamente se está combatiendo (y que por cierto apenas tiene militantes palestinos, sino libaneses y saudíes), fueron armados y financiados por el Gobierno hasta hace un mes, operando a las órdenes de Hariri. A partir de ahí, la "imaginación" es libre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siento que el LÏbano, como me dijiste tú, y como me ha corroborado Juanillus, es una tierra de pijos infame...Aunque Tiro Y Sidón sigan unidas a Cadiz hasta el infinito...


Nombre y Apellidos.

Anónimo dijo...

Para un análisis antropológico completo:

http://mashaallah.blogspot.es/1178707560/fauna-arabiga-(iii):-fantasmus-garrafae-libanensis/



Croc

A.O. dijo...

Post-scriptum: Despues de una semana con los representantes politicos de Hizbollah haciendo el ridiculo y dandole besitos dialecticos al "glorioso" Ejercito Libanes, por fin mi jeque Hassan Nasrallah hablo para dejar claro que consideraba el ataque a los refugiados palestinos una "linea roja que no debia ser traspasada". Nasrallah hizo que Hizbollah guardase los muebles y puedo decir orgullosamente que sigue siendo mi jeque, Allah lo proteja. Tambien el dirigente nasserista del Movimiento Popular Najah Wakim(cristiano ortodoxo) defendio a los palestinos. No puede decirse lo mismo del Partido Comunista Libanes, reconvertido en una patetica comparsa del terrorismo de Estado unos meses despues de combatir valerosamente la invasion israeli. Una pena. Que les jodan.