viernes, 23 de marzo de 2007

UN LIBRO INDISPENSABLE

Mi libro del año no es una obra literaria ni un ensayo filosófico. Se titula "El País. La cultura como negocio", de Manuel García Viñó, publicado por los vascos de Txalaparta, y sí, se trata de crítica literaria. Conocí a García Viñó por sus cinco minutos de fama no buscada, cuando le dio una hostia a Molina Foix en el programa de Sánchez Dragó. Ese día creí en la justicia universal erigida en los puños de este venerable profesor outsider con edad de ser abuelo.
Volviendo a su libro, tiene el problema de muchos ensayos, recopila artículos dispersos y, por tanto, repite ideas, argumentos. Obviando lo anterior, el contenido es intelectualmente irreprochable, alcanzando su cima en el capítulo llamado "Los escritores más vendidos y el retraso mental", en el que dispara desde las primeras líneas: "La pregunta que planteo y quiero responder en este capítulo es la siguiente: ¿es necesario ser retrasado mental para triunfar en España hoy día como novelista?"
A pesar de que muchos la consideramos una pregunta retórica, el riguroso autor justifica sus conclusiones mediante un hercúleo análisis crítico, ¡página a página!, de las presuntas novelas de Muñoz Molina, Javier Marías, Rosa Montero y Almudena Grandes. Hacía mucho tiempo que no me reía tanto. A veces, para quien no las haya leído, cuesta creer que tales cosas hayan sido editadas, pero entonces estaríamos ante el mayor escritor cómico de todos los tiempos... Un extracto de este capítulo puede encontrarse en www.lafieraliteraria.com , sección Cuadernos de Crítica.
Después de reirme para unas cuantas décadas, no puedo sino confirmar mi discurso sobre el PSOE, PRISA y la destrucción deliberada de la cultura. Lo creo de verdad. Para el PP la cultura es algo tan ajeno que tiende a ignorarla, con toda la superioridad que les otorga sentirse en el poder desde siempre. Saben que quienquiera que escriba o piense no va a amenazar la hegemonía neoliberal. Sin embargo, el PSOE, los advenedizos eternos, los perros de presa del capitalismo, ven fantasmas partout. Y necesitan un plan deliberado para acabar con el sistema educativo y el ejercicio de la cultura. Se lanzan personalmente a destruir enemigos imaginarios. Colocan en posición prominente a sus Funcionarios Intelectuales del Sistema (Dazet dixit), que a mí, por proximidad espacial, me parecen más bien comisarios políticos del postfascismo. Porque el PSOE representa el fascismo subrepticio: UN POLICÍA EN CADA ESCUELA.

[Del PP, como no gobiernan, tiendo a ignorarlos para corroborar su irrelevancia. Su única función es recordar que este país convoca a exilio]

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