miércoles, 28 de marzo de 2007

POR QUÉ ECHO DE MENOS LOS VINILOS (4)

Tengo un fantástico cd de Sonic Youth, titulado "Sonic Youth-Sonic Death", compuesto de un único corte de 67 minutos. Claro, sólo puedo escucharlo una vez cada tres años; y están grabados en mi memoria los minutos del comienzo debido a todas las experiencias fallidas que he sufrido, abruptamente interrumpidas por el peso de la realidad. Y son los Sonic Youth del principio, los salvajes, mucho antes de que se dedicasen a repetir perennemente una orquestada sinfonía del caos.
Si hubiese sido un vinilo, el ritual de levantar la aguja, elegir aleatoriamente las coordenadas y hacer descender la aguja habría formado parte de todos mis días de la misma forma en que lo hace el "Appetite for destruction" de Guns n´Roses. Pero con el triunfo del cd y la vida en plástico, se me niega abarcar las miles de posibilidades auditivas, crear en la escucha, pisar el territorio mítico.
Bien es cierto que se puede argumentar a contrario. A lo largo de los 70, dos bandas progresivas, Magma y Eloy, concibieron dos albums de un solo tema, viéndose obligados a dividirlos en varias partes debido a la supuestamente limitada geografía de los vinilos. Pero dudo hasta de que Magma y Eloy hayan sido reeditados en cd. En todo caso, Magma, Eloy, no vamos a comparar; seguro que estaban tan drogados que no distinguían un vinilo de una anchoa.Por ejemplo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Problemas de espacio no tenían los casettes de 90 TDK. Podías grabar con suerte tres Lp sin problemas. Aún recuerdo el contador que aparecía en las primeras cadenas de alta fidelidad. Nunca lo utilicé,salvo para los juegos del spectrum.


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