martes, 27 de marzo de 2007

POR QUÉ ECHO DE MENOS LOS VINILOS (3)

Cuando un vinilo se rallaba, mirabas el tajo en la negrísima superficie y te maldecías por ser tan estúpido y no haberlo sabido cuidar adecuadamente, mientras prometías a Hendrix, Morrison y Elvis que no volvería a suceder e implorabas perdón al olimpo.
Cuando un cd se cuelga, lo observas incrédulamente dando vueltas al plástico insignificante, lo limpias de cualquier forma con el borde de la camiseta que llevas puesta, ignorante de si funcionará de nuevo o por cuanto tiempo, pulsas play una vez más y te quedas con cara de gilipollas, sin ni siquiera saber sobre los muertos de quien blasfemar.
Y lo llaman progreso tecnológico...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin embargo, cuantas musicasettes hemos podido arreglar con el viejo truco de la cinta adhesiva...Eso era el progreso, no la mierda de ahora...

A.O. dijo...

Pero la cinta adhesiva era una invitacion al pastiche, andy warhol, roy lichtenstein, la cultura pop... En cambio, el tajo blanco en el vinilo negro era la medida de la inmensidad inevitable del error, el error... en un artefacto sobre el que hasta el error valia la pena. Se palpaba en sus tragicas consecuencias. Dolia. El tajo te dolia.