NUEVA TEMPORADA DE ILEGALIZACIONES

La campaña electoral se encuentra en su máximo apogeo. Se compite acerca de quién reprime más, y el esperpento jurídico de ese tribunal político especial, la Audiencia Nacional, hace tiempo que dejó de ser noticia y que hasta dejó de ser farsa.
Detienen a los representantes de Batasuna acusándolos de ser (qué si no) representantes de Batasuna, juzgan lo que se han denominado, en una afortunada expresión, "delitos sin crimen"; y da igual porque nadie dirá nada y todos especularán con los beneficios de sus acciones, los beneficios de sus cómplices inacciones, los beneficios de su silencio vergonzante. ¿Alguien se imagina la reacción internacional y española si el Presidente Chávez, exquisitamente escrupuloso con los derechos humanos, hubiese emprendido el 5% de esas persecuciones contra sus oponentes políticos, por cierto, golpistas y criminales, ellos sí?
Por el camino se suprime la libertad de expresión, la libertad de conciencia, el derecho de reunión, el derecho de manifestación y tantas otras concesiones graciosas de las democracias burguesas que por supuesto no rigen para los disidentes. "Derecho penal del enemigo" químicamente puro. Todavía recuerdo cuando se decía que España se inspiraba progresivamente en el modelo turco, y ahora Turquía para sus ilegalizaciones se basa en el "modelo español". Qué país tan moderno, cuanto ha avanzado... Por el camino, todo lo que pienso, todo lo que soy, se va convirtiendo en ilegal.
El bloque histórico hegemónico se transmuta en bloque histórico único en el que sencillamente se observan diferentes sensibilidades represivas, diferentes agendas de la nueva contrarrevolución sin necesidad de revolución a la vista. Hay diferentes partidos que conforman el partido único, encarnizadamente enfrentados en el territorio de lo imaginario, absolutamente idénticos en la materialidad de lo real en proceso de disolución irreversible. No estoy
describiendo exclusivamente los estertores criminales de un Estado tenebroso, sino una sociedad profunda y arraigadamente enferma que lo impulsa, que lo aplaude.
Piden el voto. Yo votaré nulo en todas mis encarnaciones imaginarias, y les mandaré al carajo en mis escasas apariciones reales, en cualquier tiempo y lugar, en cualquier tiempo y lugar en el que ellos inevitablemente tendrán el poder y nosotros ni siquiera tendremos la resistencia. Por eso tienen miedo, porque no tenemos nada, porque tampoco tenemos nada que perder.