jueves, 26 de abril de 2018

Proclama contra el blanco, proclama contra el gris

A cierta edad, tildar a alguien de promesa tiene una importante carga de demérito. De frustración. De perderse por el camino. No trascendió la condición de promesa y el ciclo biológico implacable lo absorberá.
Desde mi ciclo biológico, afirmo que yo prefiero seguir siendo una promesa todos los días de mi vida. Quedarme en la frontera. No dejar nunca de brillar y aullar sobre las llamas.
Así lo rubrico. Así lo prometo.

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