Hay muchos Robert Plants. El martillo de los dioses con Led Zeppelin, el gentleman laborista en su madurez, el explorador psicogeográfico de sus últimas obras...
Yo quiero ser todos los Robert Plants. También éste: menos espectacular, más contenido, exacto... Con el álbum "Fate of Nations" empezó a salir de sus años malos. Que fueron tan malos que hasta lo llevaron ¡a tener que venir de gira como telonero de Lenny Kravitz! Salió palmo a palmo de allí. Poco después abrazaba de nuevo la cima. Una cima muy sencilla: Ser Robert Plant.
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