miércoles, 31 de enero de 2018

PALABRAS DE MENOS

No me interesa nada la coeducación del lenguaje. Mejor dicho, no me interesan nada los excesos de la coeducación del lenguaje, que son casi todos/as. A pesar de ello, acabo de tropezarme con una trampa -no inocente- de la lengua. Iba a decir que a Wendy O Williams la hicieron sufrir como un perro, y no es lo mismo que decir que a Wendy la hicieron sufrir como una perra.
Llevamos el peso de la culpa de todos los cabrones del pasado.

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