Lucio Cabañas fundó el Partido de los Pobres. Hace mucho tiempo leí en Francia una fantástica novela que lo contaba, "Guerra en el Paraíso". No pude terminarla, no tenía carnet de aquella biblioteca. Perdido en aquel lugar, en la luz otoñal que me confinaba en esa ciudad de postal en la que no sabía lo que hacía, me iba a la biblioteca y buscaba en los estantes "Guerra en el Paraíso". Lucio Cabañas. El Partido de los Pobres.
Los anarquistas creen que los pobres no tenemos ningún partido. Seguro que están en lo cierto, salvo por una cosa: sí tenemos el voto. El sufragio universal es lo único que la historia de la humanidad, que la lucha por la historia de la humanidad, nos ha dado. No votaré a ningún partido, pero jamás renunciaré al voto.
Cuando los anarquistas dicen que los pobres no tienen ningún partido, quieren decir que no tenemos opinión política. Nuestra opinión política no cuenta, ni en la izquierda ni en la derecha, ni arriba ni abajo, ni en ninguna organización de ningún tipo. No formamos parte de la sociedad, carecemos de opinión válida, suscitamos una suspicacia eterna.
El estigma de la pobreza significa que no tenemos nada que perder, salvo la supervivencia, y que no tenemos nada que perder, salvo la razón. Nadie tiene menos que nosotros. Nadie tiene más que perder que nosotros.
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