lunes, 22 de enero de 2018

DOS DÉCADAS, UN SEGUNDO

Lo decíamos ¡hace más de veinte años! Estado y mercado. Globalización, Estado y Mercado. La épica -y la ética- de la resistencia, el apasionamiento de la búsqueda, el deslumbramiento místico al encontrar... La Idea, la Idea. O la Praxis, la Praxis. Pero Estado y Mercado. La contradicción dialéctica. El desmantelamiento de lo social. Las comunidades. Los pueblos. Los pueblos en lucha. Y las culturas. Culturas frente a mercado. Ambivalencias de la globalización. Culturas, también frente al Estado.
Llegó el Terror, llegó el Imperio máximo. La contradicción principal, el Imperialismo, la Guerra. Nos fuimos al underground. Sacamos la cabeza como Guerreros Renacidos. Pero no importaba nada. La Guerra se impone. La Guerra destruye.
Después, las Finanzas chocaron. Todo fue deprisa. El Complotismo fue deprisa. El Fin fue deprisa. Cambio, atomización y todos contra todos. Todos contra todos.
Así se escribieron aglomeraciones de lunas. Así pasaron todas las cosas. Pero Estado y Mercado. Globalización, Estado y Mercado. La contradicción principal. Marxismo, Praxis, Contradicción que se Superpone en la Orilla. En las orillas. Contradicciones. Orillas. El Mar, siempre el Mar.

Coda: Mercado contra Estado, Asalto Último. La contradicción principal, la defensa democrática de las instituciones. Que son el Estado.

Pd.
Como en una malísima aunque atractiva novela de John Grisham: la última línea de defensa de las instituciones soy yo. No apostéis por mí. Apostad a la resiliencia. A lo indómito. A la imposibilidad de domesticar. De domesticar personas. De domesticar creaciones. De domesticar conceptos. De domesticar personas, creaciones y conceptos.

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