Tenemos que acordarnos más de ellos. Los solos de guitarra prolongados. La vieja escuela, la de Blackmore/Page/Iommi, continuada en Randy Rhoads quizá. Y, además del inconfundible, ineludible e inaplazable Yngwie Malmsteen, ahí estaban Gary Moore y Michael Schenker.
Suele decirse que Gary Moore se perdió en su intento de redefinición del blues. Pues yo siempre quise decir que a mí me encantan los discos de blues de Gary Moore, aunque científicamente creo que solo me gustan la mitad de los discos de blues de Gary Moore, el resto de ese material es inaguantable, ¡pero tiene discos de blues muy buenos! Y discos no de blues mejores, claro, y una transición con un mano a mano con Albert Collins que conmueve y moviliza. Albert Collins, Albert King, BB King, me estoy enajenando en una visión de negritud feliz... Dale una guitarra al irlandés de la cara cortada y toque lo que toque estará bien.
No sé por qué me vienen juntos, Gary Moore y Michael Schenker, reminiscencia de los números especiales de las revistas que hablaban de guitarras eléctricas y terminaban citándolos. Mucha gente piensa que, después de la grandiosidad de UFO y MSG, Michael Schenker, que tiene algunas ideas peculiares, tiró su talento por un barranco o algo así. Primero, su talento es inconmensurable, lo que significa que porque se despeñe no le va a pasar nada. Que no, que no se rompe. Segundo, no han escuchado su serie casi clandestina de discos acústicos llamada "Thank You". Si no los hubiese grabado, estarían "Doctor Doctor", "Into The Arena", el directo en el Budokan y muchas cosas más. "Are You Ready To Rock", así empezaba todo. Pero además de eso desde hace más de década y media tengo mi refugio en el "Thank You". Y la convicción de que Michael Schenker, escondido, sin ostentaciones estertóreas, es uno de los mejores guitar heroes de la historia. Porque desde que se nos fue incomprensiblemente Gary Moore, ese celta errante más feo que picio, siempre pienso, ¡no te mueras nunca Michael Schenker!
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