lunes, 28 de abril de 2008

LA OCUPACIÓN QUE NO EXISTE (1)

Cada vez que el ejército sionista invade Palestina y asesina a sus habitantes, casi todos los medios de comunicación universales se refieren a ello como "enfrentamientos" en los que, no se sabe en virtud de qué proceso, se tiene como resultado un número de "muertos" (palestinos) y, lo que sí debe quedar claro para el receptor, se resalta que existen "terroristas" (palestinos), cuya ignota relación con los hechos anteriores no parece necesario detallar. Así, si una división de tanques israelíes ocupa Gaza y dispara sus obuses contra un bloque de apartamentos asesinando a 8 personas que se encontraban en su casa, se tratará sin duda de un "enfrentamiento" ocurrido en Gaza (reconociendo el derecho consuetudinario internacional de los sionistas a ocupar
Palestina), que produce una serie de muertos palestinos (el asesinato de palestinos en masa se ha convertido en tan cotidiano que su condición, en lugar de asesinados, es directamente la de "muertos" por un hecho natural e inevitable) y finalmente, acto seguido, se recuerda que en Gaza se instala el Gobierno "terrorista" de Hamas (pues resistir a la ocupación no puede sino calificarse de "terrorismo", y ser elegidos democráticamente como legítimos representantes del pueblo palestino no va a negar lo anterior, sino que por el contrario sirve para ampliar la estigmatización de "terrorista" al conjunto del pueblo palestino y por tanto a imputarle la responsabilidad de la ocupación que jamás se nombra y de los asesinatos que jamás se citan por su nombre).
Idénticos malabarismos semánticos se reproducen en el tratamiento informativo de la invasión americana de Iraq. "Violencia", "muertos", "terrorismo" e incluso riesgo de "guerra civil", escupen desde hace años los titulares, con una perpetua elipsis que oculta una ocupación que todo el mundo conoce pero prefiere olvidar, pues los árabes y musulmanes sólo merecen la amnesia de la "ciudadanía democrática", de los que estaban contra la guerra pero que en el fondo justifican que hoy ésta continúe. Porque claro, la "violencia" no guarda ninguna relación con la ocupación, sólo con que Iraq está lejos, con que son musulmanes y por tanto propensos a la barbarie y el exterminio mutuo.
El ocultamiento de una, de dos ocupaciones que resultan obvias y evidentes sólo ha sido posible por medio de la estimulación de una imagen mental soterradamente xenófoba que conlleva la indiferencia hacia la suerte de estos pueblos o incluso la identificación civilizatoria con los ocupantes como fuente de legitimación primaria del genocidio. Las mentiras mediáticas son el resultado de la dinámica esquizocapitalista de determinadas sociedades "altamente desarrolladas", dicho de otra forma, el problema no se halla en la falta de información o en la mala información de la "ciudadanía", sino en que se ha conformado una "ciudadanía democrática" con una gran propensión a participar pasivamente en el genocidio a mayor gloria de su way of life (su hipoteca, sus parejas, sus psicofármacos y su mierda de vida).
Una sociedad en todos los ámbitos mentalmente en guerra contra los que no son como ellos.

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