Cuando todavía existían los Ramones, a casi nadie le importaban. Vendían pocas entradas y menos discos. Al fallecer el legendario Joey, súbitamente los Ramones ascendieron al olimpo canónico de los imprescindibles (y claro que lo eran).
En muchas cosas Motörhead se parecen a los Ramones: la terquedad de un estilo propio de inmediato reconocible, la indiferencia hacia un mundo exterior que se les quedaba pequeño, la obstinación en la grandeza.
Muy pocas personas pueden subirse a un escenario vestidos de negro, mirar al techo, encender un cigarro, no moverse en hora y media y suscitar esa clase de admiración. Quizá sólo Johnny Cash, pero estaba pensando en Lemmy Kilmister, que todavía está aquí, vende pocas entradas, menos discos y cuando se muera será masivamente venerado. Pero no sucederá, porque Lemmy desayuna bourbon solo y es inmune a las enfermedades; y les escupirá porque Motörhead are fuckin´ alive y que Allah nos conceda que siga siendo así por mucho tiempo.
Y sólo quiero gritar: Lemmy Kilmister: Héroe del Pueblo!!!
1 comentario:
Y son Héroes del Pueblo and We Are Motörhead.
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