miércoles, 9 de abril de 2008

(sintaxis, adjetivos)

La Universidad es una maquinaria industrial perversa destinada a exterminar la creatividad de los que allí entran. Releyendo aleatoriamente fragmentos de este blog, me doy cuenta de cómo mi peculiar sintaxis natural ha sido paulatinamente sustituida por un engendro semiamorfo, de cómo el (i)lógico fluir de las frases se desfigura recargándolo con una adjetivización inexplicablemente ridícula...
El caos desaparecido que te deja el rostro marcado pero sin rastro alguno de grandeza. Porque no son glamourosas heridas de guerra, sino sólo que eres viejo, que eres raro y que eres feo.

1 comentario:

Cronista Disperso dijo...

Adjetivar "adjetivización" para renegar de los adjetivos me parece una contradicción prodigiosa, signo inequívoco de las verdades fundamentales.