Normalidad y excepcionalidad. El balance de tres meses: demoler la capacidad de tener datos, de construir certezas, en medio de una amenaza no extinta. Desde el primer momento hablaron de dos cuestiones excéntricas: la única salida la vacuna, y la emergencia de futuras pandemias.
Apostaron al rebrote. Ahora, apuestan al imposible conocimiento del rebrote. La confusa combinación de normalidad y excepcionalidad. Los domingos del franquismo, según aquella película.
¿Por qué una tormenta perfecta? Porque si la pandemia les permite atenazarse en el cargo y acumular poderes exhorbitantes, junto a la adjudicación de contratos sin control a empresas que no existen, el follow the money ha adquirido una nueva dimensión, el dinero comunitario que comenzará a fluir. El fondo de reconstrucción dependerá de la magnitud de la destrucción. Y, dado que economía son incentivos, esto implica un incentivo a la destrucción.
Realmente, la Unión Europea puede ser la única institución que ayudó a destruir España dos veces: primero con los recortes, después con las transferencias. Veremos...
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