NOVIEMBRE

La locura me ha ganado la partida.
¿La partida, o esta partida?
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No lo recordaba. Iron Maiden lo decían: "Can I Play with Madness?" Y supongo que no, no se podía.
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No sé si a los demás les pasa. Iron Maiden siempre me hacen pensar en mi infancia. Creo que por el "Life After Death". Ir a buscar el vídeo del "Life After Death" al videoclub de la calle de la Torre. Infancia. Masticar infancia.
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Ignoro si estaba predestinado. Ignoro si mis doctrinas religiosas admiten la predestinación. Incluso ignoro si Iron Maiden forma parte central o tangencial de ellas...
Can I Play? Can I Play with Madness? Y nunca fue un juego. Tampoco entonces.
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La partida quizá haya terminado. La guerra, quien sabe. Quien sabe las vueltas, giros y putadas que da esta guerra que llamamos sobrevivir, sobrevivir al límite, despertarse un día más, con los seis primeros discos de Black Sabbath a tu lado desafiando el frío, desafiando todo lo demás, mucho peor que el frío.
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No grito Hasta la victoria siempre. Porque la linealidad murió. Pero sí Venceremos. Y Venceremos.