Se le achaca a las generaciones actuales, a partir de la generación Z, una escasa tolerancia a la frustración. Se buscan las causas en los cambios educativos, en los estilos de crianza de los hijos, pero se obvia por completo el mercado. Cuando la correspondencia más exacta está en el consumo: un consumo inmediato, sin desplazamiento, un consumo 24/7... Son los modelos de consumo los que han llevado a la escasa tolerancia a la frustración, es la disponibilidad teórica de los bienes y servicios.
La educación es una mierda, sí, pero es la infraestructura, idiota.
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