Ayer descubrí que soy un Profeta. Leía sobre los Profetas de la antigüedad y encontré la clave. No sé si la clave sobre ellos, pero sí sobre mi recién adquirida condición. Después de todo, los Profetas de la antigüedad eran gente que estaba en su casa y que escribía. Yo también estoy en casa y escribo.
Así que sí. Soy un parado de larga duración pero también soy un Profeta. Y como tal, a partir de ahora, exijo ser tratado.
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