jueves, 4 de septiembre de 2008

AUTODECONSTRUCCIONES ALÍ OMAR

Supongo que soy profundamente infeliz. ¿Que qué hago al respecto? Pues lo combato negando la existencia de la felicidad, concibiéndola como una alienación, un elemento dialéctico imaginario-real.
Sí. La felicidad no existe. Necios u oprimidos aquellos que creen en ella. Entonces, la infelicidad tampoco existe. Y soy libre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Tendrías que conocerme!