¿ESTÁ 2012 MUSICALMENTE MUERTO?

Más bien entre muerto e indigesto, con tanto fenómeno retro. Pero el paraíso está en la excepción. Tres excepciones:
-La sorpresa del año, Van Halen de nuevo con David Lee Roth (ay, aunque sin Michael Anthony) y un disco atómico que pareciera estar hecho el día después de 1984. A añadir a la lista de rarezas exitosas en ese difícil género de los discos de retorno [lista corta: Radio Birdman y "Zeno Beach", New York Dolls y "One Day It Will Please Us to Remember Even This", Celtic Frost y "Monotheist", Van Halen y "A Different Kind of Truth"].
-Lee Fields, Lee Fields, Lee Fields. "My World" se antojaba difícilmente superable, por lo que tener hoy consecutivamente "Faithful Man" roza el milagro. En los noventa, R.L. Burnside o T-Model Ford nos dieron blues de verdad por vez casi derradeira. También, en paralelo, Solomon Burke resucitó el soul. Ahora la llama pertenece a Lee Fields prácticamente en solitario. Salvo que Al Green decida salir un poco de la iglesia y patearnos el culo. Por supuesto, sería igual de bienvenido que David Lee Roth subiéndose a un escenario.
-La tercera excepción is gonna come. Junio. Neil Young & Crazy Horse. Barbaridades de electricidad sobre un repertorio de standards de folk añejísimo. Neil Young siempre sabe lo que hay que hacer. Oh Susanna!