miércoles, 7 de octubre de 2009
JERRY LEE LEWIS QUEMANDO EL PIANO
Hasta aquí ha llegado el pragmatismo de la sumisión. La próxima vez que traten de humillarme, en lugar del escudo del silencio obligatorio y la indiferencia fingida, se desatará un torrente de ira sagrada. ¿Por qué? Porque no tengo nada que perder pero sí algo que conservar: la salud mental y la dignidad. Y también porque todos hemos querido ser alguna vez como Jerry Lee, tocar el piano con los pies, anticipar el punk y no temer al fuego, la destrucción y lo desconocido.
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3 comentarios:
Eso.
je dirais même plus, ESO.
Eso es.
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