jueves, 23 de julio de 2009

MITOS, CONTRASEÑAS

Todo proceso de mitopoyesis sigue pautas subjetivas, reglas arbitrarias autoimpuestas, pruebas que determinen que se merece creer en algo que no se sustenta en el vacío. Ascender a un héroe del rock n´roll al Olimpo legendario, mantenerlo junto a Jimi Hendrix/ Randy Rhoads exige una rigurosidad musical y extramusical, una serie de milagros personales o colectivos que pueden ser materialmente muy diversos, pero en todo caso empíricamente demostrables. Demostrables con los puños o con las guitarras... O, por qué no, pronunciando I don´t care con actitud definitiva.

Iggy Pop y Alice Cooper esculpen ambos un I don´t care con voz grave intransferible, lleno de personalidad y de matices, y sabes que son ellos y que no van a fallarnos.
Lou Reed suelta un I don´t care impregnado de un aburrimiento que dura varias décadas, confirma que ya nada le importa realmente una mierda salvo el dinero y el status... y se gana una patada en el culo directo al purgatorio.
Axl Rose delira en medio de un concierto lamentable de los neo-Guns n´Roses y entre canción y canción lanza al público un incoherente I don´t care if you don´t like me (y se redime).
Fear, la banda underground de los 80, aspiraba a una plaza secundaria, quizá un sótano mohoso sin ventanas, con aquel estribillo punk de poder incontrolable: I don´t care about you, fuck you!!!
Joey Ramone consigue que todos le queramos con un One two three four seguido de dos minutos imponentes de I don´t care que donó al mundo sin pedir nada a cambio.

¿Y a qué viene todo esto? ¿No es una manía un poco rara? Por supuesto. And I don´t care.

No hay comentarios: