jueves, 8 de enero de 2009

QUIERO ESCRIBIR SOBRE PALESTINA...

Quiero escribir sobre Palestina y no me sale. No me sale más que odio, odio justiciero.
Mientras quede uno de nosotros en pie jamás (Hamas, Hamas) jamás habrá Israel. Ni habrá perdón para los colaboracionistas, para los que usurparon Al Fatah, usurparon la zigzagueante historia de la resistencia y la convirtieron en tanques israelíes, en misiles israelíes sobre los que conspirar para destruir a su propio pueblo con el único fin del poder, la codicia, la corrupción material y moral y tantas otras cosas todas feas que Allah no olvidará y Palestina desde luego tampoco. Y al lado del nombre de Al Fatah, en la lista de la conspiración está la todavía más gloriosa historia traicionada de la ex-izquierda palestina, el Frente Popular de Liberación de Palestina (George Habash, Abu Ali Mustafa y Ghassan Kanafani revolviéndose en sus tumbas, Ahmad Sa´adat languideciendo abandonado por los pretendidamente suyos en las cárceles del enemigo); FPLP, cuánto duele veros ahí y ahí estáis por más que intenteis fingir; y ya sois pasado, solamente pasado de la página heroica de la resistencia palestina... Como también está el Frente Democrático de Liberación de Palestina (Liberación de Palestina, cuánta ironía en sus tristes siglas), pero sorprende menos, siempre tuvieron algo turbio, muy turbio en sus adentros bien arriba en su liderazgo. Que sigan haciéndole el juego a Abu Israel Mazen; vergüenza, vergüenza de la Gran Nación Árabe. Sólo la irrelevancia os llama y os espera.
Hay más nombres que citar: los tiranos que gobiernan Egipto, Jordania, Arabia Saudí. Algún día os esperará el destino de Anwar al Sadat, algún día los pueblos celebrarán cómo sois arrasados y no faltará una bandera palestina para vengar todo vuestro apoyo al sionismo, porque todos vuestros crímenes están anotados en los libros de contabilidad, y ese registro preserva la ira, la ira necesaria. Y Palestina vive en las llamas de esa ira que no tiene fin.
Las masas populares árabes... Las masas populares árabes que apenas si subsisten como fuerza movilizadora, pero que existen como idea, y esa idea, ese árabe y aquel árabe y aquel árabe de allá más lejos, jamás aceptarán la existencia genocida de la entidad sionista. Ahí, ahí está la inextinguible certeza de que algún día se hará justicia.
Aquellos que encarnan el mal absoluto (qué es la existencia de Israel sino genocidio; qué es el sionismo sino Mal Absoluto) pretenden terminar con la causa palestina, con la causa palestina y con el pueblo palestino al mismo tiempo. Pero no se puede porque Palestina es mucho más que una causa, incluso mucho más que un pueblo. Hace 60 años del oprobio y hoy 8 de enero Palestina es más fuerte que nunca: Palestina es inmortal.
Y no podrán. Mientras quede uno de nosotros en pie. Mientras quede uno de nosotros en pie.

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