En una mesa redonda sobre literatura, respondiendo a la manida pregunta de los límites entre realidad y ficción, una para mí desconocida escritora española afirma que el lenguaje es arbitrario y que no hay límites en la ficción porque todo es ficción. Yo, que desconocía que el lenguaje fuese arbitrario, concluyo sin asombro que vivimos bajo el yugo de una gente que cree que todo es ficción, y que cobra no ficticiamente por ello.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario