Jugueteando con el teclado, la piel llena de marcas de insectos, esta mañana iba caminando y vi a una mujer con una manguera en la mano. En vez de a ella, miré con deseo sexual... el agua.
Sequedad en la garganta y brusquedad en el carácter. Tiempos políticos y vitales lentos, pasivos. Tratando de organizar el resto de la vida como si no quedase mucha. Volviendo a mi favor la irrelevancia.
No investigaré porque ya investigan las aplicaciones. No escribiré porque ya escriben las aplicaciones. No leeré porque ya leen las aplicaciones. ´
La lista de cosas a no hacer crece, mientras no disfruto tumbado pero no queda otra. El clima impide cualquier actividad, cualquier actividad que no haría aunque la permitiese.
No necesito permiso para desvanecerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario