En las farolas de las ciudades y pueblos de Ucrania, a manos del conglomerado de policías, defensas y milicias, se adhiere con cinta aislante un cuerpo extraño. Acusados de robo, espionaje o traición. Eslavos. Gitanos. Adultos. Niños. Mujeres. Hombres. Personas ajusticiadas por el vecino.
Ateridos de frío hasta morir en la noche bajo cero.
Quedando colgados para indiferencia de los paseantes, 100% patriotas ucranianos.
Carne en descomposición y pegamento.
Strange Fruit sin que nadie les escriba.
Y los misiles de Putin que no desnazificarán las aceras de Ucrania.
Desnazifiquemos las aceras de Ucrania. Acabemos con la Europa de la guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario