Le doy vueltas y vueltas. A veces me mueve el ceño de entender y a veces me parece una tontería. El rock progresivo y el country rock fueron en los setenta escenas paralelas.
¿Qué me estás contando? Sí, sí. Idénticos.
El hard rock había alcanzado su plenitud y una generación de músicos demasiado talentosos lo recondujeron por medio de la música clásica. Le dieron desarrollo, siempre que éste acarraese virtuosismo. Navegando entre lo visionario y lo formalista encorsetado, emprendieron desde Inglaterra la enésima conquista del orbe.
Mientras tanto, en EEUU, el country se agotaba. La revolución outlaw solo había alcanzado sus aledaños. El formato canción se repetía sin ansias, hasta que unos salvajes decidieron ponerle desarrollo instrumental. Convertirlo en inabarcable y libre. Las músicas blancas se contaminaron otra vez. Buscaron distintos caminos para una única finalidad.
Hasta que el punk los destronó para que todo volviese a empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario