No es cierto que una canción demuestre su auténtica y valiosa esencia al tocarse en su versión más básica, desnuda, acústica o íntima. No es cierto y además es una gilipollez. Si eso sucede, entonces la has jodido y tu canción está sobreinstrumentalizada, sobrecompuesta o sobreproducida.
Inexplicablemente, la crisis no trajo el advenimiento de un nuevo "punk", sino un montón de tedio. Durante la Gran Depresión las grandes orquestas swing quebraron debido a sus altos costes de mantenimiento, apareciendo otros formatos y modalidades del jazz. En definitiva, la infraestructura socioeconómica incidió en la superestructura musical, que reaccionó creativamente al cambio en las condiciones materiales -depauperación-. Pero la crisis de ahora sólo trae sonoridades acústicas: giras interminables para pagar las facturas, escaso equipo que poder transportar, pocos o ningún miembro de la banda, conciertos devaluados... Se minimizan costes a costa de imbuirnos en el sopor musical. Que lo intenten vender con coartada folk, country o americana roza la indecencia. Proscriben la electricidad cuando más falta hace.
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1 comentario:
Tu sí que haces falta!!
Te echábamos de menos.
Anxo
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