viernes, 12 de junio de 2009

LOS LÍMITES ONTOLÓGICOS DE LA CRÍTICA

¿Cómo se debe evaluar, criticar, juzgar el nuevo disco de Iggy Pop? ¿Mediante un uso intensivo y extensivo de metáforas? ¿Celebrando lo que Iggy significa independientemente de lo que grabe? ¿Con una cierta crueldad, aun sabiendo que su carrera ha estado marcada por irregularidades discontinuas y casi inexplicables? Dos discos buenos y uno malo, dos discos malos y uno bueno, qué más da cuando la trilogía iniciática de los Stooges inauguró una cosmovisión que es la mía, o que se puede defender con un ardor diferente pero casi igual intensidad "American Caesar", o que su album en directo con Andy McCoy hace arder el aparato de música, o...
En realidad, al margen de "Préliminaires", de la misma forma que Iggy a veces sufre para hacernos felices, también puede decirse que la entropía del universo aumenta cuando Iggy está feliz. Al menos, la entropía de mi universo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero no son las estrellas de rock una estratagema de la CIA para distraer la atención de las masas y porporcionarles dosis controladas de rebeldia envasada haciendonos creer asi que la libertad de conducta es una realidad???.

De todas formas a quien le importa eso, es emocionante ver a Kurt Cobain destrozando guitarras con el pelo de rojo y una camiseta con un dibujo raro.

Viva el Rock¡¡¡¡

JLee