miércoles, 10 de abril de 2024

Carta a nadie

Querido militante político. Tus mundos de fantasía no están hechos de imaginación, sino de consignas. Aunque la CIA consideraba las fábulas distópicas como ambivalentes, puesto que guardaban un potencial anticapitalista en su voluntad de huida, tus fantasías guardan un potencial -y una genealogía- capitalista, invirtiendo los términos y legitimando el mundo real, en lugar de deslegitimarlo.

Querido militante político. Nada de lo que haces resulta inocente, sin que ello implique atribuirte ninguna inteligencia. Hay enfermedades oportunistas, que aprovechan una infección para atacar. Tu ideología no es una enfermedad, sino el resultado de un sistema de acumulación autofágico, necrofílico y febril. Te desvanecerás en un suspiro, y solo quedará tu memoria en las cuentas bancarias, en el registro de la propiedad y en alguna nota a pie de página de la crónica general de la ignominia. 

Te morirás solo mirándote al ombligo, como producto obsoleto sin posibilidad de ser saldado, sin siquiera valor residual, del amo al que serviste y que tampoco vencerá. 

No hay comentarios: