Escuchaba a Dokken y tuve una idea magnífica que hizo que me empezasen a gustar los domingos por la mañana, pero no por mucho tiempo. La idea no tardó en olvidárseme por completo, con lo que no podré verificar si era tan magnífica. La televisión daba un remake de McGyver, en ardua competencia con la 15ª temporada de Mentes Criminales. Las series que duran tanto tiempo, en vez de darte proximidad con los personajes, te dan proximidad con la vida que se les escapa a los personajes por las rendijas de la serie. Como se nos escapó a todos nosotros. El olvido completo de la idea que por un instante tuve me dejó sin otras en las que anclar mi resurrección. Pero ya había tenido mi mejor idea del día: Escuchar a Dokken un domingo por la mañana, dejarme arrullar el cerebro en hard rock, abrir la puerta de la memoria en la que estaba ser feliz.
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