viernes, 12 de noviembre de 2021

Lotería

Mi religión condena los juegos de azar y la recompensa sin sacrificio. Además, mi sentimiento íntimo condena financiar al Estado Imperialista Español. Por eso, la única lotería que me interesa es un disco de los Hangmen que se titula así.
Tampoco hago una excepción con la lotería de navidad. En un país en el que la supervivencia económica resulta imposible, la única esperanza es el azar, con lo que el espectáculo toma dimensiones de aquelarre. No compro lotería de navidad -y me río de los nacionalistas gallegos que lo hacen-, aunque sí tomo un décimo, el del centro de trabajo. Porque no estoy comprando en realidad lotería para que me toque o participando en una comunidad. Simplemente estoy suscribiendo un seguro, que me proteja de la eventualidad de que le toque a los demás. Y ese seguro me cuesta un décimo. 

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