La grabación ahonda en la leyenda de la piedra filosofal. Como cuando los redactores del Ruta, hace un par de décadas, nos hablaron del descubrimiento de las cintas de la Sonic´s Rendezvous Band. Una Sonic´s Rendezvous Band que, no nos llegaron a contar entonces, llegó a girar como banda de Iggy Pop en los setenta.
Pero olvidémonos de la piedra. Del canto rodante, del canto rodado, de los héroes del rock. Una vez vi un cd de MC5. No tenía portada (sólo contraportada). "Live Detroit 68-69". Cuatro temas de un concierto, cuatro temas de otro. Se oía muy mal. Era en estado salvaje. "I want you right now", en estado salvaje.
Con la guitarra de Sonic Smith pasa una cosa. Cuanto peor suena la grabación, más destella. No brilla en contraposición, brilla en conjunción. Ascension asciende así. Sonic Smith debería firmar como Sonic & Smith. De cada acorde un arma. De cada arma, una canción. De cada canción, un silencio. De cada disparo, un paraíso. Sin pulir. Ni las canciones, ni los disparos, ni el paraíso. Tosco. Como el rayo que nos fulminó y nos arrebató de la vida. Que estaba en otra parte. Pero sí estaba. Quizá allí siga. Todavía.
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